Vivir Libre o Morir. Así fue la Premiere de la Quinta Temporada de Breaking Bad.

Por fin llegó la quinta temporada de Breaking Bad. Y de qué modo… la noche del domingo el episodio Live Free or Die (Libertad o Muerte) fue visto por 3,5 millones de personas en EE.UU. El capítulo más visto en lo que llevamos de serie. Y pensar que al principio éramos cuatro gatos los que seguíamos por la AMC en la tele en las Américas la magnífica Breaking Bad allá por 2008…

Vive Libre o Muere… a los 52 años.

¡ALERTA SPOILERS!

El capítulo comienza a lo grande, con un flash-forward al estilo de aquellas desconcertantes y breves prolepsis de la segunda temporada con esos extraños individuos con uniformes ABQ recogiendo restos en la piscina de Walter y Skyler. Pero esta vez el flash-forward es mucho más largo, con diálogos, y dura hasta los títulos de crédito iniciales. Nos situamos exactamente en el 52 cumpleaños de Walter, en principio en Albuquerque, NM. Recordemos que en el episodio piloto de la serie Walter White cumplía 50 años. Pero ahora al principio de este capítulo vemos al profesor de Química con su cabeza cubierta de pelo, una descuidada barba y en apariencia mucho más envejecido de lo que nos tiene acostumbrados. También se presenta con un permiso de conducir de New Hampshire (que está muy pero que muy lejos de New Mexico y cuyo lema es precisamente Libertad o Muerte) y le vemos comprarle un M60 de 7,62 mm de calibre a un viejo conocido: Lawson, el traficante de armas al que Walt le compra un revólver del 38 en el segundo episodio de la cuarta temporada. Nada menos que un M60…

Volvemos en el tiempo al momento donde nos quedamos tras el explosivo final de la cuarta temporada. Skyler está aterrada al saber que su marido es responsable de la bomba en el geriátrico. Hank sigue con la investigación en los restos quemados del laboratorio del señor «Pollos Hermanos», con el respaldo de la DEA. Gustavo Fring está muerto, pero Walter se ha dejado un importante cabo suelto: las grabaciones en vídeo donde aparecen él, Jesse y Mike Ehrmantraut cocinando y preparando envíos de metanfetamina. Mike se entera de la muerte de su jefe, todavía recuperándose de sus heridas de bala en México y está listo para volver… para ajustar cuentas con Mr Heisenberg.

Como dijo Mike en la tercera temporada «sin medias medidas».

La reacción de Mike yo la hubiera esperado peor. Cuesta creer que deje a Walter acercarse a 100 metros sin ponerle una bala entre oreja y oreja. Pero también es cierto que Walter tiene una buena baza para que el ex mano derecha de Gus colabore. Por otro lado al principio parece que tenemos al Walter de siempre (escenas con su hijo, su hija y su mujer), pero todo es sólo un espejismo. Walter White está ya todo el tiempo en «modo» Heisenberg: se ha fundido con su alter ego criminal, como pudimos descubrir en el apoteósico final de la cuarta temporada con los Lirios del Valle: el envenenamiento del hijo de la novia de Jesse, el «suicidio» asistido de Héctor «Tío» Salamanca, el asesinato a sangre fría de los diversos matones de Gus… y aquí sigue en esa línea aunque todavía no ha matado a nadie. Lo vemos en la fría conversación que tiene con Saul (donde, por cierto, el abogado nos enseña el cigarillo con la ricina escondida robado a Jesse por el gran Huell en el episodio 12 de la cuarta temporada), las conversaciones sobradas de ego y seguridad con Jesse y Mike y, sobre todo, con el escalofriante momento que tiene al final del capítulo con Skyler cuando asevera, abrazándola pausadamente: «te perdono».

«Te perdono».

Hemos visto cómo, sorprendentemente, Ted Beneke ha sobrevivido al estúpido y tremendo golpe que se dio al tratar de huir del «equipo A» de Saul, que obviamente pondrá nervioso al letrado y recitará su clásico «I told you so» («te lo dije»). Ted, en el hospital en pésimas condiciones de movilidad, le asegura a Skyler que no hablará con nadie de lo ocurrido, que tuvo la oportunidad de hacerlo cuando la policía le preguntó por el «accidente» etc. Ciertamente tengo mis dudas de que Ted mantendrá la boca cerrada… y dudo que Heisenberg le deje respirar un capítulo más. Me parece evidente la reacción de Beneke: no está en situación de enfadar a la familia White, totalmente lisiado e incapaz siquiera de orinar solo. Pero algo me dice que Ted seguirá en su línea: la encarnación viva de la Ley de Murphy, capaz de estropear todo lo estropeable.

En el episodio vemos cómo el triunvirato formado por Walter, Jesse y Mike dan, en principio, solución al problema de los vídeos de Fring guardados en su portátil, que está requisado y guardado en el almacén de pruebas de la policía de Albuquerque: utilizando un poderoso electroimán. No tiene desperdicio la escena de Jeese y Walt conduciendo el camión con el imán y las baterías en serie, vestidos como ninjas, de negro y sólo mostrando los ojos El desenlace de esta trama es lo único que flojea del capítulo, pues es difícil creer que se puedan destruir pruebas policiales con tanta facilidad, a pesar de lo ingenioso del método. Y aquí los guionistas de la serie nos abren otra línea argumental: la policía, al revisar el estado de las evidencias policiales machacadas, descubren en el marco de una foto rota propiedad de Gustavo lo que parecen los números de una cuenta bancaria suiza en las Islas Caimán.

Esto promete. Hemos visto cómo se confirma la metamorfosis de Walter en Mr Heisenberg. Y parece que tendremos flash-forwards iniciales dosificados y premonitorios, con una narración en dos bandas temporales paralelas. Esperaremos con impaciencia el segundo episodio de la temporada el próximo lunes titulado Madrigal, que hay que recordar es el nombre de la multinacional alemana propietaria de Pollos Hermanos que se nombra por primera vez en el noveno episodio de la tercera temporada por título Kafkaesque.