La película Moonrise Kingdom del realizador Wes Anderson trae aire fresco a la cartelera con una cinta que no deja indiferente a nadie: o la disfrutas o la aborreces. Es de mucho agradecer, dado el panorama tan desolador que nos brindan en los cines últimamente, que el ambiente celuloide se refresque con la buena mano del director y guionista de Academia Rushmore (1998) y Los Tenenbaums (2001).
Rodada con un elenco de brillantes secundarios con Edward Norton, Bill Murray, Harvey Keitel, Frances McDormand, Jason Schwartzman y Tilda Swinton. Incluso destaca un Bruce Willis fuera de los estereotipados personajes duros y simplones a los que nos tiene acostumbrados. La narración gira entorno a la fuga de dos adolescentes en una pequeña isla de Nueva Inglaterra en los años 60 con Sam y Suzy como protagonistas enamorados e inadaptados en sus respectivos entornos familiares, inmersos por unos personajes en apariencia corrientes pero con sus peculiaridades.
Anderson nos sumerge en un mundo surreal, de fábula, muy del estilo de otras películas suyas donde los protagonistas adolescentes aparecen con un nivel de madurez por encima de los adultos. Estamos ante un drama con dosis de humor agitado, no mezclado, donde se retrata la soledad es sus múltiples facetas. Tenemos al joven y huérfano Sam al que su familia de acogida y sus compañeros boy scouts rechazan; Suzy que no encaja ni con sus hermanos ni con sus padres los abogados Walt (Bill Murray) y Laura (Frances McDormand) quienes, a su vez, sufren la soledad por la desidia que la mujer siente hacia su marido, que hace la solitaria vida de su amante el Capitán Sharp (Bruce Willis) todavía más triste. Un gran Edward Norton interpreta a Ward, jefe de Boy Scouts, quien trata de darle sentido a su vida con la responsabilidad de organizar el diminuto campamento Lebanon de los Boy Scouts en la isla donde discurren los eventos narrados en la película.
El imaginario del realizador Anderson recuerda mucho al universo de ese existencialista director y ex Monty Python llamado Terry Gilliam. Pero todos los intérpretes son encajados por el director con acierto, como un Tetris inverosímil. Parece todo un alarde de malabarismo el intercalar a Bruce Willis en el personaje del solitario Capitán de policia Sharp retratado en la trama. Algunos secundarios aparecen muy brevemente y casi no se pueden lucir, como Harvey Keitel. Pero la breve aparición de Jason Schwartzman la borda al interpretar al surreal «Primo Ben». Me hubiera gustado ver más protagonismo tanto de Schwartzman como de Bill Murray aunque con tanto secundario brillante se hace difícil hacerle un hueco mayor a todo el mundo.
Y para terminar, el séptimo capítulo de la serie Quiero Cine sobre el proyecto de la película AN 2012 que se está financiando gracias a los internautas mediante Crowdfunding:
Ahora voy a ponerme a ver en muy buena compañía el tan esperado primer episodio de la quinta temporada de Breaking Bad que se estrenó anoche en EE.UU. Muy pronto os contaré mis impresiones de la gran serie sobre el Señor Heisenberg…
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