El octavo episodio de la tercera temporada de Juego de Tronos, titulado Second Sons (Segundos Hijos), ya muestra lo interesantes que se están poniendo las cosas. La tensión en el ambiente se puede cortar con un cuchillo, como el que Tyrion Lannister esgrime en la cara de alguien muy conocido por todos.
Juego de Tronos – Second Sons. «Te tendrás que tirar a tu esposa con una polla de madera»
Hemos tenido una semana de descanso 
de Juego de Tronos debido a que la HBO estrenaba el fin de semana pasado Behind the Candelabra, el biopic sobre el extravagante Liberace. Mejor: el penúltimo episodio de la tercera temporada, titulado Las Lluvias de Castamere, ha sido largamente esperado por los que hemos disfrutado de las novelas de G. R. R. Martin. Algunos de los diferentes arcos narrativos de la temporada desembocarán en el capítulo 29.
Ya sólo nos quedan dos episodios para que se vaya el invierno… nos quedaremos huérfanos… Al menos, hasta el regreso, y despedida, de Breaking Bad el 11 de agosto de 2013.
¡Alerta espoilers!
Antes de comenzar la reseña, os dejo un resumen de la propia HBO, de casi un par de minutos, con lo acontecido en el episodio.
En algún lugar cerca del río Forca Roja
La pequeña y llena de rencor Arya Stark sigue presa, pero ahora de «El Perro» Sandor Clegane. Sandor es uno de los nombres que la pequeña Stark «reza» cada noche para no olvidar a aquellos que quiere ver muertos. Aunque Arya no es, ni de lejos, tan necia como su hermana Sansa, también está equivocada respecto a Sandor Clegane.
Juego de Tronos – Second Sons. Sandor Clegane cabalga con Arya Stark
El Perro no desea llevarla de regreso a Desembarco del Rey. Arya ignora lo acontecido en la Batalla del Rio Aguasnegras; Sandor es un desertor y su cabeza tiene puesto un precio. El Perro la quiere devolver a su familia para poder así lucrarse con la recompensa. Sandor no tiene bando y es un formidable guerrero. Así que nadie mejor que él para llevarla con su familia.
Arya va, por fin, de camino hacia Los Gemelos, el bastión de la familia de Walder Frey, donde su tio Edmure Tully desposará a una de sus hijas. Parece que las aguas vuelven a su cauce para la pequeña loba… ¿verdad?
En Rocadragón
El Rey Stannis Baratheon libera al almirante de su perdida flota, Ser Davos Seaworth, conocido por todos como El Caballero de la Cebolla. A pesar de haberlo condenado por traición cuando Davos intentó asesinar a la sacerdotisa roja Melisandre, el rey siente un gran aprecio por el humilde marinero. Y esto es debido a que Stannis le debe su propia vida.
Durante la rebelión de su hermano Robert contra Aerys «El Rey Loco» Targaryen, el rey Stannis estuvo al borde de la rendición y la muerte cuando sufrió, por parte de Mace Tyrell (leal al Rey Loco y que conoceremos en la Cuarta Temporada), un largo asedio en Bastión de Tormentas, dejándole un año sin comida. Davos Seaworth, un contrabandista por aquellos tiempos, burló el asedio y llevó, en su oscuro barco de velas negras, un cargamento de pescado en salazón y cebollas, permitiéndole a Stannis resistir hasta que Eddard Stark llegó y rompió el asedio. Así se ganó el apodo y el aprecio del hermano mayor de la familia Baratheon.
Como recompensa por sus servicios Stannis le nombró caballero, dándole tierras. Sin embargo, el sentido estricto de la justicia de Stannis entendía que la heroicidad de Davos no borraba que hubiera sido un contrabandista y decidió que le cortaran las falanges de cuatro dedos de la mano izquierda, salvo el pulgar. El contrabandista encontró el juicio justo y lo aceptó, pero pidió que el propio Stannis ejecutara la sentencia. Así se ganó el respeto de su rey, pero no de la nobleza de los Siete Reinos: consideraban indigno nombrar caballero a un contrabandista nacido en el Lecho de Pulgas, y de ahí viene el frecuente apelativo «Caballero de la Cebolla». Ser Davos Seaworth conservaba las falanges en un saquito colgado al cuello, pensando que le traían suerte, pero lo perdió durante la Batalla del Aguasnegras.
Volviendo al episodio, hemos visto cómo Melisandre lleva a Gendry a Rocadragón. Como es hijo bastardo del fallecido Rey Robert Baratheon pretende sacrificarlo en una hoguera para así poder devolver a la vida los Huevos de Dragón que Stannis atesora. «Hay poder en la sangre real», le dice la sacerdotisa. Davos convence al rey de oponerse al sacrificio de un joven inocente que, encima, es sobrino suyo. Así que Melisandre utilizará la sangre del herrero Gendry de una manera distinta…
Juego de Tronos – Second Sons. Una ceremonia con sangre real
Quiero señalar que Stannis arroja a las llamas a las sanguijuelas con la sangre real, una a una, mientras reza:
«El usurpador Robb Stark. El usurpador Balon Greyjoy. El usurpador Joffrey Baratheon.»
Imagino que suponéis qué está pidiendo el rey Stannis, bajo la sombra de Melisandre, al Señor de la luz R’hllor… Son los tres reyes que quedan, aparte del propio Stannis. Había cinco reyes, ahora quedan cuatro…
En Yunkai
La Madre de los Dragones, Daenerys, quiere poner a Yunkai, la ciudad esclavista, bajo asedio. Pero la Ciudad Amarilla posee riquezas y las ha empleado para contratar a la compañía mercenaria los Segundos Hijos. Daenerys decide intentar hacer que cambien de bando y se encuentra con sus capitanes: Prendahl na Ghezn de Ghis, el Braavosí Mero el «Bastardo del Titán» y Daario Naharis de Tyrosh.
Juego de Tronos – Second Sons. Barristan Selmy presenta a los Capitanes de los Segundos Hijos: Prendahl na Ghezn, Mero «El bastardo del Titán» y Daario Naharis
Los capitanes rechazan la oferta de Danny: han firmado un contrato con Yunkai y romperlo complicaría futuros contratos de los mercenarios. El capitán Mero muestra una total descortesía con la Khalessi, que da dos días a la compañía libre para pensar la oferta.
El joven, pero astuto, Daario Naharis queda cautivado por la Madre de los Dragones. ¿Amor, ambición…? Nadie es lo que parece ser en el Juego de Tronos y a Daario no le falta picardía. Como demuestra cuando decapita a sus compañeros de armas y jura fidelidad a Daenerys.
«Mi espada es vuestra, mi vida es vuestra, mi corazón es vuestro.»
Juego de Tronos – Second Sons. Daario Naharis
A los seguidores de las novelas de George R. R. Martin nos ha sorprendido el intérprete de Daario, muy diferente al descrito en las novelas: un hombre de ojos azules, con la piel clara, nariz ganchuda y pelo rizado teñido de azul, con un un diente de oro y aspecto conspicuo, usando prendas de colores llamativos y extravagantes. Igualitito, igualitito al actor Ed Skrein
La Khalessi consigue, de esta manera, atraer a su lado a los Segundos Hijos. Qué tía…
La primera boda… en Desembarco del Rey
El tercer libro de Juego de Tronos, Tormenta de Espadas, es el libro de las bodas. En lo que llevamos de temporada las bodas anunciadas son la de Joffrey con Margaery Tyrell, la de Cersei con Loras Tyrell, la de Edmure Tully con una de las múltiples hijas de Walder Frey y la de Tyrion Lannister con Sansa Stark.
Juego de Tronos – Second Sons. El matrimonio de Tyrion Lannister y Sansa Stark
Tyrion es el único que le dice al rey Joffrey, en su cara, lo que realmente es. Y Joffrey no soporta que nadie descubra su verdadera naturaleza y, aún menos, que se muestre públicamente. Éste es, por otro lado, el motivo por el que odia tanto, y teme, a Sansa Stark. La desgraciada hija de Ned Stark fue testigo silencioso, en el segundo episodio de la primera temporada, de la auténtica cara del monstruo Joffrey: un chiquillo consentido, ineficaz y débil, cuya hombría fue puesta en entredicho tras ser avergonzado por la pequeña Arya, que le humilló con su propia espada cerca del río Tridente.
Joffrey no soporta a Tyrion ni a Sansa. A ella la tiene bajo control, pero a Tyrion…
Juego de Tronos – Second Sons. «¡No habrá encamamiento!»
La cabeza del pequeño de los Lannister estuvo a punto de lucir en una pica en lo alto de la Fortaleza Roja de no ser por la intervención del todopoderoso patriarca de los Lannister, Lord Tywin, y del astuto quite del propio Tyrion al exagerar su borrachera.
Tyrion siente que Sansa ha pasado ya por suficientes humillaciones públicas, sufrimientos físicos y castigo emocional por parte del odioso Rey Joffrey, como para tener que perder su virginidad a la fuerza por alguien como él. La ingenua de Sansa es ajena a la suerte que ha tenido siendo desposada por Tyrion, probablemente la única persona en Desembarco del Rey que no desea manipularla para fines egoistas. Ella sigue viendo en los Tyrell su único consuelo, los únicos que desean verla libre… pobre necia, tres temporadas y sigue tan ciega como en el primer episodio de la serie.
Más allá de El Muro
Llegó el momento del «mortífero» Samwell Tarly.
Samwell ha sido el primer humano en mil años en abatir a uno de los Otros, a uno de los Caminantes Blancos, a uno de los «Demonios de nieve, hielo y frío. El antiguo enemigo. El único enemigo que importa de verdad.» Y el primero en descubrir cómo se les vence: con las armas de obsidiana, mineral que en Poniente se conoce como Vidriagón.
Juego de Tronos – Second Sons. El momento de Samwell Tarly
Algo que ha desconcertado a los seguidores de la serie y que ha ofendido a los lectores de los libros es la extremada estupidez con la que se está tratando al rechoncho Samwell. Vamos… ¿quién dejaría la daga de vidriagón tras destruir al Caminante Blanco? Es la única arma (junto al Acero Valyrio, escasísimo tanto en Poniente como en el continente de Essos) capaz de destruir a los Otros.
En los libros el episodio sucede en presencia de otros hermanos de la Guardia de la Noche, ganándose, por tanto, el mote de Sam «el Mortífero». Veremos si en la serie se gana el mismo apelativo.
Las Lluvias de Castamere
Como dije al comienzo de esta reseña, el penúltimo episodio de la tercera temporada, titulado The Rains of Castamere, ha sido largamente esperado por los que hemos disfrutado de las novelas de G. R. R. Martin.
¡Espóiler dentro!
Mostrar spoiler
Las Lluvias de Castamere hacen referencia a la canción que aparece en los títulos de crédito finales del también penúltimo episodio de la pasada temporada, Blackwater.
Aquí os dejo el tráiler. Preparaos, preparaos… ya está encima el que posiblemente será uno de los episodios más tremendos desde aquel mítico penúltimo de la primera temporada, el «decapitante» y llorado capítulo titulado Baelor.
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