Llevábamos años esperando la llegada de este episodio de Juego de Tronos, que finalmente ha sido el 29 y se ha titulado The Rains of Castamere (Las Lluvias de Castamere). La cándida inocencia de los seguidores de Juego de Tronos se truncó en la noche del 2 de junio de 2013, en un capítulo sobresaliente que ni decepcionó a los lectores del excelente libro Tormenta de Espadas ni dejó impasible al resto. Las lluvias de Castamere ha sido uno de esos episodios que hacen historia en el mundo de la televisión, que ha causado gran revuelo y repercusión en los telespectadores como hemos podido ver en prensa y por las redes sociales.

Juego de Tronos – Las Lluvias de Castamere. Cat escucha con temor la siniestra canción de los Lannister
No recordaba un episodio tan impactante desde aquel mítico Season Finale 4 de Dexter titulado The Getaway o el final de Los Soprano. Juego de Tronos es una serie basada en una narración cruel, dura, fría, sin miramientos ni contemplaciones. Como la vida misma. George R. R. Martin es un escritor que disfruta sorprendiendo con unos personajes que no suelen ser ni puramente benévolos ni maléficos totalmente. Y los guionistas de la HBO le siguen fielmente la estela.
¡Alerta espoilers!
Si no has visto el episodio ¿qué demonios haces leyendo espoilers?
Dirigido por David Nutter y escrito por los propios productores David Benioff y D. B. Weiss el episodio es un mazazo terrible porque todo parece que va sobre ruedas hasta el momento en el que Catelyn Stark escucha los acordes de la canción Las lluvias de Castamere: parece que Bran y Rickon se van a encontrar con Jon Nieve, parece que Arya, ¡al fin! se va a reencontrar con su familia, parece que Edmure Tully es feliz con su matrimonio con la guapa chica Frey, parece que Robb va a estar en disposición de conquistar Roca Casterly, el corazón de la familia Lannister con sus riquezas y minas de oro. Parece, parece…
Antes de continuar voy a dar una explicación sobre la, ya famosa, canción que ya escuchamos anteriormente en la serie en el noveno episodio de la segunda temporada titulado Aguasnegras. La melodía hace referencia a la implacable, cruel y sanguinaria represión de Lord Tywin Lannister a la rebelión de las casas Reyne, de Castamere y Tarbeck, ambos vasallos de los Lannister, con la consiguiente destrucción de ambas familias. La venganza de Tywin fue devastadora: pasó por el cuchillo a absolutamente todos los miembros de ambas casas: señores, vasallos, hombres, mujeres y niños, quemando todas las tierras y castillos. La letra de la canción no tiene desperdicio:
¿Y quién sois vos, dijo el altivo Señor,
que tan bajo inclinarme debo?
Sólo un gato de distinto pelo,
es toda la verdad que entiendo,
en pelo de oro o pelo de rojo,
garras aún tiene un león.
Y las tengo largas y afiladas, mi Señor
Tan largas y afiladas como vos.
Y así habló, y así habló,
El Señor de Castamere,
Pero ahora las lluvias lloran en su salón
con nadie que las escuche.
Sí, ahora las lluvias lloran en su salón,
y ni un alma que las escuche.
Justo al norte del Muro
Sam, la salvaje Gilly y el niño sin nombre llegan por fin a El Muro. Pero por el lado equivocado. Ahora deberán sortear tamaño obstáculo. Pero Sam no ha perdido el tiempo leyendo los antiguos manuscritos en la biblioteca del Castillo Negro y sabe por dónde, y cómo, entrar bajo El Muro. No es un mago, Gilly; simplemente utiliza los conocimientos adquiridos en las horas de soledad estudiando en bibliotecas.
Arya y El Perro llegan a Los Gemelos
Por todo por lo que ha pasado Arya Stark… ha tenido que abandonar a su loba huargo Nymeria, ha visto morir a su padre, ha perdido a su maestro Syrio Forel, ha visto morir y torturar a amigos y conocidos. Ha sorteado la muerte una, dos, tres veces… ha escapado y vuelto a ser capturada. Pero ahora, finalmente, sus anhelos están a la vista.
El perro Sandor Clegane tiene una especie de intervención agorera, premonitoria, como la troyana Casandra; cuanto más cerca se está de lo que persigues más duele no alcanzarlo. Arya sigue guardando un profundo rencor al quemado guerrero:
«Algún día os incrustaré una espada en un ojo»
Ya están cerca. Era una débil niña norteña la última vez que estuvo con su madre Catelyn y su hermano Robb. En su larga huida ha visto, se ha endurecido, ha aprendido. Ahora sigue siendo una niña norteña, con profundas heridas, pero vuelven los temores de aquella Arya que escuchaba las historias sobre el Invierno de la Vieja Tata, en Invernalia.
Cerca del Muro, pero al sur
El destino ha llevado al mismo torreón abandonado en el Agasajo a la partida de incursores salvajes con los que va Jon Nieve, por un lado, y el grupo de Bran, por otro. En un día tormentoso de otoño, Bran y sus compañeros se refugian en el torreón poco antes de que lleguen los salvajes que acompañan a Ygritte y Jon.
La partida de Tormund llega tras perseguir a un granjero huido al que se disponen a pasar bajo el hacha para que no alerte a la Guardia de la Noche. Y entonces los acontecimientos se precipitan…
Hodor tiene terror a las tormentas, y sus gritos ponen en peligro al grupo. De esta manera descubre Bran sus extraordinarios poderes: no sólo puede meterse dentro de la piel de su lobo, sino que también lo puede hacer con personas. Jojen Reed le explica que, aunque un cambiapieles puede tomar la conciencia de un animal, nunca se ha visto a nadie poseer a un ser humano.
Orell (que es un cambiapieles) quiere quitarle la máscara a Jon Nieve y reclama a Tormund que sea el propio Lord Nieve el que acabe con la vida del viejo granjero. El plan funciona: Jon se resiste a decapitar al granjero e intenta escapar, no sin antes evitar que Ygritte se complique su vida con los salvajes. Bran ayuda a su medio hermano metiéndose dentro de su lobo Verano, que es ayudado por el lobo de Rickon, Peludo, atacando a los salvajes.
Jon mata a Orell, confesándole:
«Estabas en lo cierto. Todo el rato.»
Orell es un cambiapieles, y antes de morir transfiere su consciencia dentro de su águila para atacar y desfigurar la cara de Jon. Una vez más han cambiado la historia original, pero para llegar a lo mismo. En los libros el águila de Orell ataca a Jon, pero en un momento anterior. Y Orell muere… más tarde, acabando por introducirse antes de morir en un animal… pero no en su águila, sino en un lobo.
Jon, con la cara ensangrentada, escapa a caballo, dejando atrás a una desconsolada Ygritte.
Se nos parte el corazón con el desconsuelo de Ygritte, que es abandonada por su hombre. La actriz Rosie Leslie sabe hacer muy bien su trabajo, muy al contrario del incapaz Kit Harington.
Tras la huida de Jon vemos como los hermanos Stark se separan. Osha se llevará a Rickon y su inseparable lobo hacia tierras de los Umber, vasallos de los Stark. Bran, su lobo, Hodor y los hermanos Reed irán más al norte del muro en busca del misterioso cuervo de tres ojos.
La conquista de Yunkai
Danny consigue, utilizando una treta de Daario, tomar la Ciudad Amarilla de Yunkai. Junto a Gusano Gris y Jorah Mormont consiguen abrir las puertas de la ciudad para que los Inmaculados y los Segundos Hijos puedan entrar y derrotar fácilmente a los soldados esclavos de los yunkios.
¡Por fin vemos un combate cuerpo a cuerpo decente, elaborado! La escena del combate de Gusano Gris y su lanza, Daario y su Arakh, y Jorah con su espada, es vistosa. Ya pensaba que no veríamos ningún combate decente en toda la serie…
Y como estamos en el capítulo de los corazones partidos, ahora le ha tocado al Mormont, que descubre la atracción que Daenerys siente por el teniente de los Segundos Hijos, Daario.
La Boda Roja
Y llegamos al acontecimiento, al suceso que ha hecho gritar, llorar, temblar y desesperar a los fans de la serie, que no de los libros; nosotros ya gritamos, en su día, en silencio y soledad al leer el tercer libro.
El Rey en el Norte llega a los dominios de Walder Frey, donde se disculpará por haberle ofendido al rechazar el matrimonio con una de sus hijas y participará en la boda de su tío Edmure Tully con otra de las múltiples descendientes del Señor de Los Gemelos. Pero antes de seguir con los dramáticos acontecimientos voy a explicar, a los profanos a los libros, algunos detalles que se pueden escapar fácilmente. El primero es la ceremonia de «comer el pan y la sal».

Juego de Tronos – Las Lluvias de Castamere. La ancestral ceremonia de la hospitalidad con el pan y la sal
En los Siete Reino de Poniente, cuando un invitado come del pan y la sal que le ofrece el anfitrión, pasa a ser un huésped, protegido por las leyes de la hospitalidad de los Siete Dioses. Todo huésped tiene garantizada la protección del anfitrión bajo su techo, y no puede sufrir ningún mal. Esta antigua tradición jamas ha sido violada… hasta la boda roja.
En el libro Tormenta de Espadas Cat no se fía ni un pelo del viejo patriarca Frey; no deja a Robb llevar a su esposa a Los Gemelos, vigila e insta a Robb a apremiarse en la ceremonia del pan y la sal, y trata de persuadir a su hijo, en vano, de no separase de su lobo huargo, Viento Gris. Esto contrasta, en la serie, con la plácida candidez de Catelyn en los Gemelos… hasta escuchar Las Lluvias de Castamere. Algo va mal, muy mal…
Un detalle que a los seguidores de G. R. R. Martin nos hace gracia y que quizás no se aprecia en el episodio, es que los músicos no son más que mercenarios y, por lo tanto, no tocan bien. La ironía aparece cuando Talisa, la mujer de Robb, comenta sonriente el talento musical de la banda a uno de los emisarios Frey, que responde :
«Ya pueden serlo porque han costado lo suyo.»
Efectivamente: son caros, porque son mercenarios. Si vas a matar al rey asegúrate de no fallar, como diría Omar Little en The Wire.
Es llamativo que nadie, salvo Cat, se percata del detalle de la canción sobre las glorias de los Lannister. Es perdonable: están en una fiesta, y están borrachos. Todos salvo los Frey y los Bolton, claro…
La sangría comienza con la propia Talisa, momentos después de decirle a Robb su deseo de que el niño que lleva en su vientre, de ser varón, se llame Eddard. Doble crueldad por parte, esta vez, de los guionistas-productores, porque en la novela la mujer de Robb no está embarazada y no muere, porque no asiste a la boda roja. Esta vez, en la serie, han ido más allá que en los libros matando a más personajes. El apuñalamiento, con ensañamiento en el vientre de Talisa, es especialmente cruel… Y encima matan a Eddard por segunda vez.
Y también es dolida la puñalada final, en el corazón, de Roose Bolton a El Rey en el Norte.
La traición de Lord Bolton no se fraguó recientemente; comenzó a cocinarse tiempo atrás, en la segunda temporada. Los seguidores de la serie seguramente ya sospecharían algo cuando Lord Bolton dejó volver a Desembarco del Rey al Matarreyes, Jaime Lannister. Pero el maquiavélico Roose Bolton comenzó a materializar la conspiración con Tywin Lannister, a golpe de pluma y de alas negras, tiempo atrás. Seguramente las cartas que hemos visto escribir a Tywin cuando hablaba con Tyrion y con Cersei eran para Roose y Walder.
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No sabemos que ha sido de Brynden El Pez Negro, que por una oportuna necesidad urinaria sale del salón antes de la masacre. Tampoco sabemos el destino de su sobrino Edmure, que salió del salón empalmado y feliz.
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Arya no puede llegar en momento más oportuno. Ahora que, por fin, contempla los estandartes de la familia Stark por doquier, ahora que escucha acentos norteños… sólo llega para ver cómo asesinan con saetas de ballesta a Viento Gris. Sandor Clegane, de nuevo, sale al rescate de otra niña Stark y se lleva a una aturdida Arya.
La interpretación final de la actriz Michelle Fairley, que encarna a Catelyn Stark, es soberbia. La tragedia de Catelyn es completa; su intento de salvar a su primogénito falla y le asesinan delante de sus ojos; Eddard, su amado esposo, decapitado por un niño; Arya está desaparecida; Sansa raptada; Bran y Rickon asesinados supuestamente por Theon, al que habían criado en Invernalia. Demasiado sufrimiento para una madre. Catelyn enloquece, y se lleva por delante a la mujer de Walder Frey. En la novela Catelyn degüella a Cascabel, un hijo de Walder Frey con retraso mental.
Cat es degollada por un secuaz de los Frey en la última plano del episodio. Sangre, fundido en negro. Y los títulos de crédito finales en un acertado silencio. La HBO ha dejado enmudecidos a los espectadores; pocas veces se ve en la televisión como asesinan sin piedad a tres personajes protagonistas que gozan de la plena simpatía del público.
Ahora es cuando los lectores de G. R. R. Martin sentimos una complicidad con las masas; nosotros lloramos en silencio a Eddard, a Robb, a Cat…
Un cambio significativo respecto a los libros en la escena final. Catelyn enloquece de manera mucho más dramática, arañándose la piel, clavándose todas sus uñas profundamente, arrancándose piel y carne de su cara mientras llora y grita desconsolada en un cuadro espeluznante.
Las reacciones a la Boda Roja
Ahora ya podemos hablar abiertamente de «la Boda Roja», palabras que los lectores de Martin hemos guardado en secreto durante años ante los fans de la serie. A estas alturas ya deben saber los seguidores de la serie que en Poniente los buenos suelen ser victimas de personajes sin escrúpulos que pueblan los Siete Reinos.
Los seguidores de la serie, ajenos a los libros, han perdido ya la inocencia. Aquel impactante episodio de Baelor donde lloramos a Ned Stark no fue nada comparado con este contundente episodio. Y todavía nos quedan cosas por ver; estamos por la mitad del tercer libro.
En el Blog Quinta Temporada de El País han recogido distintas reacciones al capítulo.
Toda una comunidad de seguidores han quedado en estado de shock. Ha habido todo tipo de reacciones. En Twitter hay una cuenta, TheRedWeddingTears, donde recogen las reacciones más significativas al episodio; se pueden ver insultos a GRR Martin, a la HBO, a los productores David Benioff y D. B. Weiss (responsables del guión…), gente que anuncia que se dará de baja del canal HBO etc. etc. X-D.
Los productores comentan sus impresiones respecto al impactante, y dramático, giro dramático en un vídeo de la HBO:
Tenemos reacciones tranquilas como la de propia Maisie Williams (Arya), que ha colgado un vídeo en Vine. Pero lo mejor lo tenemos gracias a los amigos, familiares y parejas que, habiendo leído los libros y sabiendo lo que iba a ocurrir, han grabado las reacciones de los seguidores de la serie y las han colgado en Internet…
El conocido Conan O’Brien entrevistó, pocos días después de la emisión del episodio, al mismísimo padre de la criatura: George R. R. Martin, y le confiesa lo aturdido que se siente por lo que ha visto:
Y luego le enseñan al propio Martin las reacciones que hay en Internet respecto al episodio:
Martin – «Ahora ya sabéis por qué vuestros amigos frikis han estado deprimidos durante trece años»
El domingo nueve tendremos el Season Finale con el episodio titulado Mhysa («Madre», en la antigua lengua de Ghis):
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