Quarry. Nadar en aguas turbulentas

Magnífico drama de Cinemax ambientado en el Menphis de 1972

Quarry nos deja ese buen sabor de boca de las series de época bien ambientadas. Una historia que nos sitúa en 1972 en el Memphis del racista Tennessee, donde un veterano vuelve a casa tras cumplir servicio en la guerra de Vietnam. Pero el regreso no será un camino de rosas, precisamente. La serie está escrita por Michael D. Fuller y Graham Gordy, quienes ya abordaron en sus guiones de la serie Rectify el tema de la redención y la difícil integración de los parias en la sociedad. Los ocho episodios de toda la primera temporada han sido dirigidos por el veterano Greg Yaitanes.

Quarry – Nadando sobre aguas turbulentas.

Quarry es una adaptación de la serie de novelas homónimas de Max Allan Collins, el mismo autor de los libros Camino a la Perdición que ya tuvieron una adaptación cinematográfica en la película de 2002 protagonizada por Tom Hanks. Quarry está disponible en España en VOD de la plataforma HBO.

De la selva de Vietnam a los ambientes sórdidos de Menphis

Notice

Reseña sin espóilers de la primera temporada de Quarry

Mac Conway (Logan Marshall-Green) regresa a Memphis junto a su amigo Thomas Solomon (Jamie Hector, Marlo en The Wire) tras cumplir dos turnos de servicio en esa herida abierta estadounidense llamada Vietnam. Ambos son figuras públicas en el país por su participación en la masacre de población civil de Quan Thang, con lo que la única alegría que le espera a Mac en Memphis es Joni (Jodi Balfour), su mujer. Ni la ciudad ni su padre le reciben con los brazos abiertos, precisamente. Mac es monitor de natación y quiere volver a trabajar en la piscina. Pero todo serán dificultades para encontrar trabajo y, encima, los fantasmas de la guerra le persiguen. En Memphis las heridas de la lucha contra la segregación racial siguen abiertas en una ciudad donde cuatro años antes había sido asesinado Martin Luther King Jr.

Quarry – Logan Marshall-Green y Damon Herriman encarnan a Mac y Buddy.

Este es el hilo de arranque de Quarry («Cantera» en inglés) una serie que nos transporta magistralmente en el tiempo. Igual que en la serie Mad Men donde el ambiente se podía sentir y escuchar en cada secuencia, en Quarry la atmósfera se respira, se huele y la música de rock, country o blues no sólo se escucha, se palpita. Sin el glamour de Mad Men, con más sudor y más caspa. Ya iba siendo hora de volver a ver en la pequeña pantalla un drama tan bien ambientado, donde se han cuidado todos los pequeños detalles de los años setenta: coches, vinilos y cintas de casete, muebles, decoración y letreros de la calle.

Las escenas en los bares con música en vivo dan un toque muy realista, un maravilloso efecto catalizador del ambiente de los años setenta que nos transporta sin trampas. De la misma manera, los personajes son muy ricos en matices y armonizan con la época sin artificios, lo que hace que la serie enganche desde el primer episodio. Para dar todavía más aderezo al ambiente, la serie recrea eventos históricos de una época significativa. Los personajes sufren con los trágicos sucesos de los Juegos Olímpicos de Munich 72 y reviven la marcada fractura de la sociedad estadounidense por culpa de la guerra en Indochina y los eventos raciales previos al colapso de la segregación en los estados del sur.

«Vacío por dentro, duro como una roca»

Quizás uno sea propenso a tener ideas preconcebidas ante argumentos del tipo «otro pobre diablo que regresa de Vietnam con sus demonios y con el que todos tienen que lidiar». Pero, precisamente, la serie no se centra exclusivamente alrededor de Mac Conway y sus circunstancias, todo gracias a la riqueza de los personajes secundarios. Porque los secundarios de Quarry tienen mucha miga. Empezando por Buddy, el socio de Mac interpretado por un elocuente Damon Herriman. El personaje de Buddy es capaz de emocionarse cantando en calzoncillos Si no estás tú (la versión en español de Harry Nilsson Without you), usando una pistola como micro, pero también sabe desahogarse con un bate de béisbol con clavos…

Quarry – Quien decora el bate es Buddy (Damon Herriman).

Otro secundario peculiar es la madre de Buddy, Naomi, que ya descubriréis al avanzar la serie. Está interpretado por Ann Dowd, rostro familiar del seriéfilo por su participación en series como The Leftovers, Masters of Sex y Olive Kitteridge.

El excelente escocés Peter Mullan borda al personaje de Broker dando un característico «ojo, que este tío da mal rollo» cada vez que aparece en pantalla. Otra muestra del mal que hace el doblaje al cine y la televisión: la voz original de Mullan es inimitable. Broker apoda a Mac con el mote de Quarry por ser como una cantera: «Vacío por dentro, duro como una roca». Cuánta descripción de la miseria humana en una simple frase.

Quarry – Broker (Peter Mullan) hace una proposición.

La compañera de fatigas de Mac Conway es Joni, su mujer. Un personaje que también ha tenido que pasar por lo suyo y cuyas respuestas al infierno interior de su marido no son las que tendría una mujer ordinaria. Son llamativas las respuestas a los distintos dilemas a los que tiene que hacer frente, lo que añade al personaje un factor de incertidumbre interesante.

La relación entre Mac y Joni y el sentido de la soledad en tiempos de guerra es otro océano. Mac Conway tendrá que nadar en aguas turbulentas… Y el personaje de Joni no es otro simple añadido para mostrarnos escenas de sexo gratuitas. La mujer del protagonista, junto al resto de personajes femeninos, hacen que Quarry no sea sólo una serie sobre tipos duros, sudorosos y atormentados. Entender por qué los personajes hacen lo que hacen es, a mi entender, uno de los ejes de la serie.

Quarry – Joni (Jodi Balfour) es la sufrida mujer de Mac.

A día de hoy seguimos sin saber si tendremos continuidad en una segunda temporada. Y como esta es una reseña sin espóilers poco más puedo contar. Os recomiendo encarecidamente disfrutar de este drama de Cinemax, una productora que me ha sorprendido con Quarry teniendo en cuenta la macarrada de Banshee. Que disfrutéis de lo que queda de Midseason.