Grandes personajes de las series televisivas: Alice Morgan

Voy a inaugurar una nueva sección en mi blog que tratará no de los actores/actrices, sino de personajes. Hablaré como si existieran o hubieran existido. Como veterano jugador de rol y lector de novela fantástica me encanta dar vida en la imaginación y en las conversaciones a personajes ficticios. Muchos seguidores de Sherlock Holmes hablan de él como si hubiera existido, por eso no debería sonar extraño hablar (y escribir) así. ¡Si es que sigo siendo un friki sin remedio…!

Siguiendo los consejos y buenos criterios del gordo argentino Hernán Casciari en su excelente blog Espoiler resulta que cierto día de verano me decidí a descargarme y ver el piloto de la serie Luther, de la BBC. Ciertamente, como la primera temporada está enhebrada por sólo 6 capítulos, me descargué por si acaso la primera temporada completa gracias a Espoiler TV. Las series británicas de la BBC nos tienen acostumbrados a series con temporadas cortas (algunas muchísimo, como la primera temporada de Sherlock: ¡solo tres capítulos en su primera temporada!). Y por lo general la BBC, al igual que HBO, Showtime y AMC, es sinónimo de calidad, buenos guiones y producción brillante. Y así me quede maravillado por esta virguería cinematográfica de la pequeña pantalla llamada Luther. Buenos guiones, excelentes intérpretes, excelente trama a pesar de partir de la tópica idea del detective genial problemático… y me enamoré de ella. De la mala. De la versión femenina de Hannibal Lecter de la televisión. Me refiero, cómo no, a Alice Morgan.

Alice Morgan de la serie Luther.

Alice es fría y ardiente. Es racional y temperamental. Tiene una extraña belleza, retorcida diría, y a la vez ejerce una morbosa repulsión. Y Alice está sola en este inmenso Universo. Fue una niña precoz que entró en la Oxford University a los 13 años, y se doctoró en Astrofísica a los 18. Épico, teniendo en cuenta que la Astrofísica es una de las especialidades más difíciles de las Ciencias Físicas. Y curiosamente… tiene el mismo apellido que nuestro asesino en serie favorito: Dexter Morgan.

En cierto modo repele la idea de confesar mi atracción ante una mujer, la mujer, que es una asesina despiadada de una inteligencia desproporcionada. Y a la vez desprende inocencia y fragilidad, porque Alice siente el gran vacío que los genios suelen tener al verse inmersos, rodeados y varados por una marea humana inculta, torpe  y estúpida. La soledad de Alice recuerda a la del Doctor Gregory House. Todos buscamos alguien que nos complemente. Y mentes privilegiadas como las de House y Alice no encuentran fácilmente su media naranja… porque saben que no existen. Aunque en esta vida a veces ocurren sorpresas agradables…

Alice Morgan y DCI John Luther

En esta serie de la BBC disfrutamos de personajes complejos, elaborados, con conflictos y luchas, brillantemente interpretados por Idris Elba y Ruth Wilson. A Elba ya lo vimos en la soberbia serie de la HBO The Wire. Y Ruth, con sus 28 primaveras, ha trabajado principalmente para la televisión.

Todos nos hemos enamorado alguna vez de malas y malos. Reales o ficticios. De carne y hueso o de celuloide y palomitas. Woody Allen se enamoró de la bruja de Blancanieves. En cierto modo la locura y la genialidad van de la mano. En mi caso, las mejores amantes que he tenido estaban TODAS como una regadera… Se podría decir que la atracción que ejerce el personaje de Alice Morgan bebe de las mismas fuentes. Pero en este caso, si conociera a una Alice como ésta, me importarían un rábano sus artes amatorias y el sexo sería lo de menos.

Si aún no habéis visto Luther ya estáis tardando… calidad en la brevedad de seis capítulos, que se pueden devorar en un fin de semana. Los capítulos de Luther están apoyados en buenos guiones, que superan el lastre del archiexplotado tema policíaco del detective atormentado. Los giros narrativos sorprenden, que es algo de agradecer; a nadie le gusta ver por la pantalla historias policíacas previsibles. Y esta serie no es PARA NADA previsible. Que la disfrutéis… en Versión Original, por supuesto.