The Americans. El final de una joya de la televisión

Termina la serie con un acertado final que nos deja en silencio

Tras alargarla como un buen bourbon he terminado la serie The Americans, de la que ya os reseñé en su estreno hace cinco años. The Americans es una serie sobresaliente que ha ido a más hasta rompernos el corazón en su sexta y última temporada. No sólo por tener como guionistas, entre otros, al legendario Joshua Brand (creador de la mítica serie de los noventa Doctor en Alaska), no sólo por su elenco de actores, no sólo por su acertadísima banda sonora, no sólo por su paralelismo a obras maestras como Breaking BadLos SopranoThe Shield. Es una serie enorme, de personajes complejos enredados en múltiples tramas paralelas que nos proporciona sentimientos enfrentados y que, como el buen vino, ha ganado con el tiempo.

The Americans - Philip y Elizabeth Jennings. Padre y madre, espías y asesinos

The Americans – Philip y Elizabeth Jennings. Padre y madre, espías y asesinos.

Actualmente, la insoportable levedad del talento de guionistas y showrunners de la ficción televisiva (con excepciones, por supuesto), tanto en EE. UU. como en buena parte de Europa, y la falta de tiempo libre para ver más series, me ha apartado demasiado tiempo de este humilde blog. Me prometí hace tiempo intentar escribir sólo sobre series que me emocionaran, que no fueran simple entretenimiento. Y en este último curso seriéfilo muy pocas series me han atrapado tanto como el regreso de Black Mirror, la miniserie Manhunt: Unabomber (ambas de Netflix) y The Americans de FX, emitida en España en FOXlife y en Movistar+. Sin olvidarme de esas series a las que sigo siendo incondicionalmente fiel: HomelandJuego de Tronos.

Antihéroes que nos roban el corazón

Si todavía no has visto The Americans, serie ambientada en los año ochenta sobre los ilegales, espías de la KGB infiltrados en suelo estadounidense como familias perfectamente americanas, ya puedes agregarla a tu agenda. Voy a destripar como se merece esta gran serie creada por Joseph WeisbergThe Americans es una joya que incomprensiblemente ha pasado silenciosamente por la seriefília. Y nos ha dejado de la misma manera: en silencio.

The Americans - Philip y Oleg - sacrificio por una causa mayor

The Americans – Philip y Oleg – sacrificio por una causa mayor.

Advertido estás. Si sigues leyendo es porque has visto las seis temporadas de The Americans.

En la T6 de The Americans hemos dado un salto en el tiempo y estamos en 1987, con los vientos de cambio que soplan del este con Mijaíl Gorbachov dirigiendo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Philip se ha apartado de las actividades de los Ilegales dentro de los EE. UU., aunque su mujer Elizabeth, más activa que nunca, ha conseguido que su hija Paige se una a la causa. Todo esto es presentado en un espléndido arranque silencioso bajo la melodía de 1986 Don’t Dream It’s Over («no sueñes que terminó») de Crowded House. Una maravillosa manera de arrancar la serie con una canción cuya letra se adhiere plenamente a Philip Jennings, con todo el peso de los acontecimientos que se van cerniendo sobre los hombros del amante de la música country. El abandono de Philip ha pesado en la pareja y Elizabeth se ha distanciado de su marido, al que no perdona haber tomado tan drástica decisión.

The Americans - Paige Jennings. La metamorfósis

The Americans – Paige Jennings. La metamorfósis.

«Esperaba llegar para cenar pero las cosas se han puesto patas arriba en la oficina»

Hasta llegar al mensaje en clave que Philip le envía a Elizabeth, señal inequívoca de que hay que poner tierra de por medio y que sabíamos desde el episodio piloto que llegaría tarde o temprano, muchos de los personajes de The Americans han llegado a una encrucijada. Y no hablo solamente de Elizabeth y Philip. Oleg Burov, Stan Beeman y Paige han tenido que sopesar hasta qué punto el sacrificio merece la pena en alas de una causa mayor.

The Americans es una joya que incomprensiblemente ha pasado silenciosamente por la seriefília

Antes he mencionado que The Americans es una serie en sintonía con Breaking BadLos SopranoThe Shield. Una serie sobre antihéroes, cuyos protagonistas hacen cosas terribles: a veces sin elección, pero muchas veces pudiendo elegir no hacerlo. Antihéroes que te acaban atrapando: no quieres que los maten, no quieres que los atrapen. Sufres con ellos pero también sufres con sus víctimas y crímenes. Cómo olvidar aquella impresionante escena del episodio escrito por Joshua Brand ¿Sueñan los robots de correo con ovejas eléctricas? cuando Elizabeth obliga a suicidarse con pastillas a una señora que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.

En The Americans la delgada línea que separa el bien del mal se diluye, casi desaparece. Todos creen que hacen lo correcto, todos creen que actúan por el deber. El agente del FBI Stan ha llegado a asesinar a sangre fría a un agente del KGB detenido, además de su responsabilidad indirecta en la ejecución de su amante, Nina, en una prisión soviética. Paige abandona a sus padres en el tren, robándoles el único consuelo que les quedaba a sus desdichados padres. ¿Y los Jennings…?

The Americans - Stan Beeman. Terrible es el conocimiento que no trae beneficio

The Americans – Stan Beeman. Terrible es el conocimiento que no trae beneficio.

Un detalle que hace grande a The Americans, como apunta Matt Zoller Seitz, es que muestra toda una metáfora de la existencia como una actuación continuada llevada por los distintos escenarios de la vida. La vida de Elizabeth y Philip Jennings es una mentira extendida teatralmente con pelucas, bigotes, disfraces, nombres y sentimientos falsos. Mentira, mentira, mentira… hasta que las cosas se ponen patas arriba en la oficina y no queda otra que recordar lo que dijo César Augusto antes de morir: «Acta est fabula, plaudite!» (La comedia ha terminado. ¡Aplaudid!).

Cuando has estado tantos años haciendo de la mentira tu día a día, el choque de realidad se vuelve abrumador: ya no hace falta mentir más a la gente, ya sólo queda hacer las maletas y volver a casa. ¿A casa? ¿qué casa? Y la no menos certera realidad ¿mentirse entre ellos? ¿fingir entre ellos? Fingir cuando ya no cabe fingir…

The Americans - Philip y Elizabeth deberán tomar una dura decisión

The Americans – Philip y Elizabeth deberán tomar una dura decisión.

The Americans es otra historia llena de pequeñas historias, donde ocurre todo. Con cada caso que los Jennings tienen que tratar tenemos un nuevo drama, con personajes que aparecen y desaparecen tras las pelucas. Y los espectadores somos testigos silenciosos de historias que sabemos que no se cerraran: los personajes que se cruzan con los Jennings no saben que la historia ha terminado… salvo cuando son asesinados. Y descubrimos, con sus protagonistas, las miserias de la vida cuando las circunstancias te llevan a replantearte tus propios postulados morales.

La banda sonora de los años ochenta edulcora maravillosamente la narrativa de la serie. La música, especialmente sus letras, se compagina con lo que está sucediendo en pantalla. Especialmente acertado es el With Or Without You de los irlandeses U2 cuando Paige abandona a sus padres en la última estación de tren antes de entrar en Canadá y Stan contempla durmiendo a ¿la espía? Renee. La excepción a la música ochentera se produce con la oportuna Op. 6, Nº 6 de Tchaikovsky con la que se cierra la serie: «Nadie más que un corazón solitario».

The Americans - Paige Jennings. Una estación de paso

The Americans – Paige Jennings. Una estación de paso.

La escena del garaje, esa escena que todos sabíamos que llegaría. Esa escena donde nuestras propias contradicciones afloran ¿queremos que escapen… y queremos que viva Stan? ¿suspiraremos aliviados si Elizabeth mata a Stan? Nunca sopesé a Philip asesinando al agente Beeman, sólo imaginaba dos escenarios: Stan asesinado o ellos detenidos. La fría mirada de Elizabeth me hizo pensar: Stan acabará en el depósito de cadáveres. Pero no fue así. Confieso que la posibilidad de Stan dejándolos escapar se me antojaba remota.

The Americans - El garaje

The Americans – El garaje.

La escena del garaje fue la más difícil de escribir, como confiesan sus guionistas. Parecía que Stan tenía todas las papeletas para ganar… pero el agente del FBI cometió un gran error: «Tú eras mi mejor amigo»… Y  lo que parecía, por fin, una escena de realidad, de confesiones, de verdades sin disfraz, se torció con Philip volviendo a la mascarada y a las mentiras, confesándose culpable sólo para poder aprovechar la grieta que Stan le había abierto.

Elizabeth: «Nosotros no matamos personas, por Dios»

Philip: «No podríamos…»

 

Hay algo de verdad en lo que Philip le dice a Stan en el garaje, a pesar de estar aplicando toda la artillería del engaño, todas sus cautivadoras técnicas de la persuasión perfeccionadas en las reuniones de EST: Stan, con el corazón partido, no tiene ninguna posibilidad.

Más interrogantes que respuestas

The Americans se despide con muchos interrogantes y finales abiertos. ¿Acabará Oleg Burov envejeciendo en prisión?¿qué será de Paige, convertida en fugitiva, en su propio, país por traición? ¿es Renee, la compañera sentimental de Stan, un agente del KGB? ¿cómo acabará Claudia?

Si Renee es un agente del KGB es una pregunta que sólo conocen los guionistas de la serie y la propia actriz Laurie Holden, que en entrevistas han dicho que ninguno desvelará la incógnita. Holden también ha dicho que un revisionado de los episodios da las suficientes pistas a los espectadores para poder entender quién es en realidad Renee.

¿Mi hipótesis sobre Renee? No me cabe duda que es un agente del KGB. Demasiadas coincidencias…

Pero la pregunta más importante para mí ¿seguirán juntos Elizabeth y Philip ahora que no tienen que mentir? Aquí es donde entra el sueño de Elizabeth.

El sueño de Elizabeth

Importante y significativa es la escena del sueño de Elizabeth. En tan sólo minuto y medio se cuenta muchísimo sobre la ilegal. Sólo ha habido dos sueños en toda la serie, uno con Elizabeth y el otro con Nina, que sueña que escapa de la cárcel en la que está prisionera.. para, al poco, ser despertada para ser inmediatamente ejecutada de un disparo en la nuca.

En el sueño de Elizabeth la vemos despertar en el dormitorio junto a su primer amor verdadero: el activista afroamericano Gregory Thomas, abatido por el FBI en la primera temporada. Elizabeth aparece siempre, en todas las escenas de toda la serie, alerta, tensa, preparada para saltar, pero en el sueño la vemos como nunca la hemos visto: totalmente relajada, distendida, admirando la colección de arte de la habitación de Greg. El sueño tiene reminiscencias de las dudas que tuvo ella con el embarazo de Paige: Greg le pone la mano en el vientre mientras comparten un cigarrillo y Elizabeth contesta «De todas maneras, no quiero al crío».

Greg desaparece, su habitación se transforma y aparece la pintura que le regaló el marido Erica Haskard, la artista a la que ayudó a poner fin a su sufrimiento. También aparece un retrato de sus hijos, con mirada melancólica, de reproche, muy en la línea expresionista de la difunta artista. Y no aparece ninguna referencia a Philip.

The Americans - El sueño de Elizabeth

The Americans – El sueño de Elizabeth.

El sueño sitúa a Elizabeth junto a su primer gran amor, Greg, en un momento en el que ella estaba enamorada de su marido, PhilipEn una entrevista donde los guionistas, directores y protagonistas de la serie hablan del final de The Americans, el propio creador de la serie Joseph Weisberg explica que el sueño de Elizabeth es una reafirmación de su amor hacia Philip en esta huída final. La mirada de Elizabeth hacia Philip en el avión al despertador es muy elocuente: ahora que lo ha perdido todo después de todo por lo que ha tenido que pasar, Philip es lo único que le queda.

Tras el sueño, tenemos una última escena de la desolada Paige, volviendo al apartamento donde se reunía con Claudia. Un trago de vodka frío, unos padres a los que no volverá a ver y un futuro en la clandestinidad. Pero Paige tiene a su hermano Henry y eso, al menos, es algo a lo que agarrarse y por lo que merece luchar.

Nos acostumbraremos

En los últimos diez minutos de la serie tenemos un final casi mudo, con la melancólica y hermosa Op. 6, Nº 6 de Tchaikovsky, Nadie más que un corazón solitario. Apenas se entablan diálogos. La hermosa y triste melodía, el largo regreso a ¿casa? de dos ¿rusos? aderezado con miradas silenciosas de dos exiliados en su propia patria, hasta que el silencio es roto por Philip cuando le pide a Arkady que detenga el coche

The Americans - Nos acostumbraremos

The Americans – Nos acostumbraremos.

Lo han dado todo por su país. Han mentido, asesinado, coaccionado, chantajeado, traicionado. Han dejado tras ellos un reguero de dolor. Lo dieron todo en su trabajo y su única recompensa tiene como contrapartida perder lo único auténtico que han hecho: sus hijos.

The Americans es una serie con un final profundamente triste para todos sus protagonistas. Sin olvidarnos del pobre Igor Burov, quizás el único héroe auténtico de la serie, capaz de abandonar a lo más importante, su familia, por una causa mayor, para acabar en una cárcel federal donde ni unos (los americanos) ni otros (los rusos) harán nada por él.

La pareja ha regresado al hogar, sus crímenes sin castigo. Y aquí se resuelve la última incógnita de esta magnífica serie. ¿Seguirán juntos Philip y Elizabeth? El cierre del episodio nos lo aclara:

«Se siente extraño», dice Philip en inglés.

«Nos acostumbraremos», contesta Elizabeth en ruso.

 

Sólo se tienen el uno para el otro; es el único consuelo que les queda. Y a nosotros nos queda este acertado y melancólico final de una formidable serie, injustamente olvidada por muchos pero que nos ha atrapado a unos pocos, a los que nos ha roto el corazón.

 

 

 

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