Los daneses siguen dando lecciones de ficción televisiva
Sin edulcorantes ni artificios, sin escaleras con puertas que te transportan en el tiempo. Sin disparos ni coches que vuelan por los aires. Así hacen los daneses ficción televisiva que toca la fibra sensible. The Legacy (Arvingerne) es una excelente serie creada por Maya Ilsøe para la cadena pública danesa DR, canal que ha producido éxitos del calibre de Bron/Broen (El Puente), Borgen y la miniserie 1864. The Legacy (Arvingerne) se emite en España en Canal+ Series Xtra.
Llevaba tiempo sin escribir sobre series. Otra vez. El invierno de estrenos seriéfios ha sido flojo y el midseason no está siendo para tirar cohetes. Si a esto le añadimos que estoy empezando a darle vida a mi canal de YouTube subtitulando vídeos sobre las ondas gravitacionales descubiertas por LIGO, me quedo con el blog desatendido durante un mes. Voy a intentar compaginar mis dos pasiones: la cinefilia/seriefilia en este blog, junto a la divulgación de la Física y ciencia en general por mi canal de YouTube. Aunque ¿quién sabe? quizás empiece un nuevo blog sobre ciencia…
La familia y los problemas de la familia. En versión escandinava
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Reseña sin espóilers
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Reseña sin espóilersLas desavenencias, amores, rencores, odios infinitos y discusiones que pueden rodear a toda familia de bien han sido explotados tanto en la pequeña como por la gran pantalla. En los ochenta crecí cuando arrasaban en televisión la familia de JR en Dallas y los viñedos de Angela Channing en Falcon Crest. Varios lustros después llegaron Los Soprano. Y en 2015 escribí sobre las desgracias de los Rayburn en Bloodline. En el cine también podría citar, largo y tendido, historias de familias. En The Legacy estamos ante la versión danesa de los desencuentros de una acomodada familia.
Las miserias humanas saben destriparlas de forma fabulosa los tan comedidos vecinos escandinavos, los creadores del estado del bienestar. La película Festen (Celebración, 1998) dirigida por Thomas Vinterberg, uno de los firmantes del Manifiesto Dogma 95 (junto a Lars Von Trier), es un ejemplo del incisivo interés de los escandinavos por hurgar en las hipocresías en una sociedad donde nunca pasa nada.
The Legacy (Arvingerne) nos narra las consecuencias de los remordimientos de una reputada artista plástica, Veronika Gronegaard, en el ocaso de su vida. Veronika endosa su enorme mansión familiar, la parte más valiosa de su herencia, a una hija que tiempo atrás había dado en adopción. La decisión abrirá la caja de pandora de los secretos y rencores en el seno del clan Grønnegaard.
The Legacy (Arvingerne) se sustenta de una sólida narración sobre un excelente guión y un gran reparto
Vistos los dos primeros episodios de este drama familiar tengo que señalar que me han gustado mucho. The Legacy (Arvingerne) se sustenta con una sólida narración sobre un excelente guión y un gran reparto. Gro Grønnegaard, la hija mayor de Veronika, está interpretada por Trine Dyrholm (En un mundo mejor de 2010, película ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa y Festen, 1998); Jesper Christensen, interpreta a Thomas Konrad y Carsten Bjørnlund (conocido por la exitosa serie Forbrydelsen – The Killing) se mete en la piel de Frederik Grønnegaard. Nina Persson, excantante de The Cardigans, es autora de la música de los títulos de crédito.
En The Legacy exploran los remordimientos, la culpabilidad y el perdón. Perder a seres queridos y el arrepentirse de no haber dicho ‘te quiero’ en su momento porque ya es demasiado tarde. Emocionar, eso es hacer buenas series, buen cine. Cuando una serie como The Legacy consigue tocarnos por dentro es porque la historia es buena y está bien narrada gracias a intérpretes que saben hacer su trabajo.
Mientras que en España, por lo general, la ficción televisiva se limita a pasear a guapas y guapos que no saben vocalizar y que, encima, carecen de profesionalidad interpretativa, en Dinamarca nos enseñan cómo hacer buenas series sin malgastar dinero. En The Legacy la historia brilla no solamente gracias a su guion y su magnífico elenco de actores, también ayuda una dirección que sabe sacar partido de los medios humanos para contar una historia que toca por dentro, que te hace sentir. Sin malgastar dinero, sin pegar tiros, sin zombies, sin superhéroes (menudo hartazgo nos dan con tantos hombres y mujeres en mallas…), sin tramas inverosímiles ni artificiales. Yo quiero que en España se haga buena ficción televisiva. Señoras y señores responsables de la programación de las cadenas en abierto (sí, me refiero a Mediaset, Atresmedia y RTVE): tomen buena nota y dejen de malgastar dinero en series de tercera división. Aprendan de nuestros vecinos europeos: británicos, daneses y suecos, entre otros.
El midseason que llega
Dadle una oportunidad a The Legacy (Arvingerne). No todo tienen que ser series de EE. UU. y británicas. Las series escandinavas no se suelen desinflar y dejan buen sabor de boca.
Y, volviendo con las series anglosajonas, tengo pendiente de ver la muy prometedora El Infiltrado del canal AMC, donde hay que alegrarse del regreso a la pequeña pantalla de Hugh Laurie (House MD). Por canal TNT se estrenó anoche la cuarta temporada de Vikingos. Parece que, por fin, el midseason empieza a prometer. Tengo que reseñar en este humilde blog sobre las estupendas series que estoy siguiendo ahora: la segunda temporada de la estupenda serie antológica American Crime (me encantó la primera temporada) y Flesh and Bone, serie creada por Moira Walley-Beckett (galardonada como guionista de Breaking Bad) .
Gracias por seguir ahí
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