El jueves 17 de julio comienzo mi nueva aventura americana
Igual que en la emotiva secuencia final del Season Finale de Lost, con Jack Shephard mirando un avión que surca el cielo para abandonar la isla donde tantas cosas, buenas y malas, han ocurrido. Un avión que se lo lleva todo y que lo deja todo. Así me encuentro, a tres días de volar para surcar el océano y dejar España (¡otra vez!) para mudarme a vivir a los Estados Unidos de América. Así me siento, otra vez, con sensaciones enfrentadas. Excitado, nostálgico, aturdido, esperanzado. Vivo.
Ya han pasado ocho años desde que probara la aventura americana en Las Vegas, allá por 2006. Y a aquella epopeya, que duró tres cursos, puedo decir que le debo muchas cosas; le debo mi vocación por la enseñanza de Física y Ciencias a los adolescentes de bachillerato, le debo haber ampliado mi curriculum y mis conocimientos pedagógicos. Pero, sobre todo, le debo mi pasión como bloguero, porque, en junio de 2006, empecé mi primer blog como un medio para poder contar a mis amigos en España mis peripecias en Sin City. El blog lo titulé Diarios desde Las Vegas y lo sigo teniendo abierto. Mira por dónde, ahora tendré que reabrirlo…
It’s a long, long way down to Reno
Reno, Nevada, como la canción de Mimi and Richard Farina. Allí es donde mi mujer y yo vamos a mudarnos la semana que viene. Ciudad conocida por ser una versión en miniatura de la gran Las Vegas, por sus divorcios baratísimos, por una serie sobre policías callejeros bastante peculiares y por alguna que otra canción memorable del folk estadounidense:
Tentado he estado, hasta hace un par de semanas, de cambiar de parecer y volver a la ciudad de las luces de neón, una ciudad que nunca duerme y que está geográficamente muy cerca del centro de producción de infinidad de películas y series de televisión. Para un amante del celuloide y de la seriefília como yo, vivir cerca de Los Angeles es una tentación muy grande. Pero, finalmente, se ha impuesto la cordura al corazón y me he decidido por el tranquilo Reno y por el próximo y hermoso norte de California: San Francisco, Napa Valley, Silicon Valley, Malpaso Road y Lake Tahoe. Y me he decidido por McQueen High School, el instituto donde trabajaré como profesor. Siempre son positivos los cambios de aires.
Como bien habréis visto los que seguís este humilde blog, he estado bastante ausente desde finales de junio. También he aparecido poco por las redes sociales Twitter, Google+ y Facebook. Me disculpo, pero la mudanza desde mi querido hogar en esa maravillosa ciudad que nunca duerme llamada Madrid, para preparar todo el papeleo y trámites con la Green Card (Carta Verde) que las autoridades de EE. UU. nos han concedido, nos han tenido muy, muy, muy ocupados. Demasiado. No he podido escribir, como hubiera querido, del final de la cuarta temporada de Juego de Tronos, ni del ¿insípido? piloto de The Leftovers, ni de la nueva gran serie de AMC Halt & Catch Fire. Prometo hacerlo, con retraso, tan pronto como me establezca en mi nuevo hogar a los pies de la Sierra Nevada del oeste de los Estados Unidos.
Seguiré escribiendo desde allí, esta vez abonado a HBO, Netflix y a esos maravillosos canales de televisión que son una factoría de sueños para los seriéfilos de medio mundo. El jueves empiezo mi nueva vida en Nevada. Y ya tenemos un Mustang GT descapotable esperándonos
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