Una adaptación del clásico de los Coen que no es una adaptación
Con un arranque anocheciendo en una de las desoladas carreteras comarcales de Minnesota, con un fondo musical que recuerda al tema, ya clásico, de Carter Burwell, con un texto que nos recuerda que «Esto es una historia verdadera». Pero todo es un espejismo. Porque la serie Fargo nos cuenta una historia que nada tiene que ver con la película dirigida, producida y escrita, en 1996, por Joel y Ethan Coen.
Si conoces la película de los Coen (¡ya te vale si no la has visto!), no te preocupes. Porque en los casi 70 minutos del piloto descubrirás que en la serie de FX, que en España todavía no emite ningún canal, sólo tiene en común con la película el título de la ciudad, los guiños, la gélida Minnesota, la sangre… y la nieve.
Ocurrió, donde nunca ocurre nada
La serie está escrita por Noah Hawley y los propios hermanos Coen participan en la producción y en el guión de un episodio. Y, aunque los hermanos no están tras las cámaras, toda la producción es coeniana. En la realización tenemos a directores como Adam Bernstein (Californication), Matt Shakman (It’s Always Sunny in Philadelphia, House) y Randall Einhorn (Wilfred y The Office, 2005) y Scott Winant (Treintaytantos), un cuarteto singular.
En Fargo todo recuerda a la película, pero nada es como en la película
El nulo paralelismo con la película es digno de mención, porque en Fargo juegan con los elementos del filme. Todo recuerda a la película, pero nada es como en la película. Empezando por el tema musical, cuyos primeros acordes suenan como la melodía característica de Burwell… para luego alejarse por completo. Ahora no estamos ni en Brainerd ni en las Ciudades Gemelas de la película, sino en la pequeña y remota Bemidji, a medio camino entre Fargo, Duluth y ningún sitio. Tenemos a un frustrado y cobarde Lester Nygaard, interpretado por Martin Freeman, pero que no es un agente de venta de coches, sino un agente de seguros. Tenemos a dos matones donde, igual que en la película, uno tampoco habla nada. Pero en la serie, a diferencia, su mutismo no es debido a un carácter taciturno, sino a que es verdaderamente mudo. Hay una embarazada, pero no es la sheriff de Brainerd, encarnada por Frances McDormand en la película; es la mujer del jefe de policía de Bemidji.
A todo estos paralelismos hay que sumarles uno particular: Fargo no está basado en ninguna historia real, como tampoco lo estuvo la película.
A pesar de que la ciudad de Fargo está en Dakota del Norte, la acción de la serie, al igual que en la película, está centrada en Minnesota, el estado de los 10000 lagos, de las Ciudades Gemelas, de paisajes rurales helados, nevados y desolados. Y de sus gentes. Porque, si hay una película odiada en Minnesota… ésa es Fargo.
En la película de 1996 retratan la manera de hablar, y de interaccionar, de los minnesotianos. Entre los estadounidenses, el acento de Minnesota es tan característico como el sureño, el neoyorkino o el texano. De hecho, hay hasta un musical, basado en el libro How To Talk Minnesotan (Cómo hablar minnesotiano) de Howard Mohr.
Desde 2001 hasta 2004 residí, intermitentemente, en el area de St. Paul – Minneapolis. Y descubrí que en Minnesota no sólo son capaces de mantener conversaciones sin cruzarse la mirada en ningún momento, ir en bicicleta nevando y a -15 ºC, de cenar a las 16:45 en el Día de Acción de Gracias, de irse a correr en pantalones cortos en primavera (porque hace ya calor: entre 2 y 8 grados…) o de comer el repulsivo lutefisk, pescado cocinado con ¡lejía! ¿Qué diría Mikel López Iturriaga? La herencia escandinava de la que tanto presumen ha dejado huella
En la serie imitan las maneras, y el acento, de Minnesota, empezando por el británico Martin Freeman. Y es que Fargo puede presumir de un elenco de actores principales y secundarios formidable, con un fantástico Billy Bob Thornton y otro gran trabajo de Freeman. También han resucitado a Keith Carradine (Los duelistas, 1977)), un gran actor que llevaba demasiado tiempo sin trabajar en un papel decente, Bob Odenkirk (Breaking Bad) y Adam Goldberg (Salvar al soldado Ryan), entre otros.
Fargo es una serie de personajes cuyas vidas se cruzan por azar. De personajes y personalidades, todos caricaturizados inteligentemente. De búsquedas y frustraciones, todas mostradas desde una perspectiva compadecida, porque muchos de los individuos descritos son dignos de lástima. Y la serie juega con soltura con el humor negro. En el piloto, las cosas se tuercen in crescendo. Pero con cada nuevo capítulo, la locura se desata.
Pero, si hay que destacar a un personaje, y a una interpretación, ese es Billy Bob Thornton, encarnando al cizañero Lorne Malvo, un personaje con el que nadie debería cruzar nunca la mirada. Aún menos, cuando te está sonriendo de medio lado.
Lorne Malvo es un cóctel de muchos de los villanos de las películas de los Coen. Empezando por el profesor G. H. Dorr de Ladykillers (2004), pasando por Eddie «El Danés» de Muerte entre las flores (1990), terminando por el Anton Chigurh de No es país para viejos (2007). Es un monstruo que siembra la discordia allá por donde va. Con placer, con sumo deleite. El personaje de Lorne podría convertirse en otro de esos iconos inolvidables de la pequeña pantalla. Veremos cómo se desarrolla su historia.
Una serie que promete
La primera temporada de Fargo tendrá diez episodios y se suma a la moda de series antológicas, donde cada temporada se compone de una nueva historia verdadera, con nuevos personajes. Ésta es una nueva herramienta de las cadenas: se puede encasillar como miniserie o como serie dramática según necesidades. De esta forma, la formidable True Detective optará finalmente en los Emmy como serie dramática, no como miniserie, para aprovechar el tirón y las posibilidades de llevarse el galardón a mejor actor de Mathew McConaughey, maniobra que ha sido contestada con la sonora queja del CEO de la cadena FX.
Con lo visto en los tres primeros episodios de esta temporada puedo afirmar que Fargo es una serie muy recomendable, que se puede disfrutar con independencia del estómago que uno tenga para reírse de algunas de las siniestras situaciones por las que pasan sus protagonistas.
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