Un piloto muy prometedor con la huella de HBO.
El estreno de True detective ha colmado todo el hype y todas las altas expectativas que la maquinaria de HBO se había encargado de calentar. The Long, Bright Dark (La larga y clara oscuridad) abre una serie con consistencia, porque en todos los episodios de la temporada tenemos como único guionista a su creador, el novelista Nic Pizzolatto (The Killing) y como único director a Cary Fukunaga (Sin nombre, 2009 y Jane Eyre, 2011) .
Matthew McConaughey y Woody Harrelson interpretan a dos detectives de homicidios en una caza de 17 años tras un asesino en serie en la Louisiana profunda. Acompañan en el reparto Clarke Peters, Michelle Monaghan y Kevin Dunn. La historia se cerrará en los ocho episodios de esta temporada y, en caso de funcionar (y, me aventuro a pronosticar: funcionará), la serie seguiría el modelo de American Horror History donde cada temporada se renueva con una historia completamente diferente.
True Detective se emite en España por Canal+ Series un día después de su emisión en EE. UU., en Dual. Así que no tenéis excusa para no verla en versión original subtitulada y poder así distinguir el marcado acento del sur de los Estados Unidos de América.
«El hombre es el animal más cruel».
No estamos ante un drama policial convencional.
El lema de la serie es todo elocuencia y se basa en una narración descrita en tres diferentes espacios temporales en 1995, 2002 y 2012. Auque no se puede juzgar una serie habiendo visto solamente el piloto, me aventuro a vaticinar (¡quiero creer!) que estamos ante una serie que puede ser legendaria. Nosotros lo necesitamos. Y HBO lo necesita.
La producción es puro HBO, cadena que dispone en sus series de abundantes medios materiales y competentes recursos humanos. La ambientación sureña está cuidada y muy bien recreada, con un Cary Fukunaga dirigiendo con oficio. Me ha gustado mucho la excelente fotografía de Adam Arkapaw. Porque, recordemos, no estamos en los majestuosos paisajes del oeste americano: estamos en la deprimida y profunda sur rural de los EE. UU.
Los dos protagonistas también participan como productores ejecutivos en este drama policíaco, que arranca con unos títulos de crédito maravillosos, muy al estilo de la cabecera de True Blood, con la melodía ‘Far from any road’ del grupo The Handsome Family.
No estamos ante un drama policial convencional. El hilo argumental gira alrededor de las dos misteriosas entrevistas, separadas por sólo cinco días, que Martin «Marty» Hart (Woody Harrelson) y Rustin “Rust” Cohle (Matthew McConaughey) efectúan en las oficinas de la policía estatal, ante los mismos agentes. Estamos en 2012, y los hechos que nos narran los que fueran compañeros se remontan 17 años atrás, a 1995. A Dora Lange. Un crimen que parece sacado de la imaginería de la serie Hannibal. Ciertamente, estamos cansados de ver en la televisión crímenes sofisticados y rituales. Pero, por fortuna, esta serie parece ser diferente.
Una historia donde lo menos importante son los crímenes.
Podría aventurarme a adelantar, basándome en lo visto en el piloto, que la serie versa sobre personajes, sobre los dos detectives. Y para ello orbitará alrededor de los muchos detalles que hemos podido apreciar a lo largo del episodio. True Detective nos obligará a prestar atención a todos los detalles. Como la mirada de alegría frustrada, de peocupación, de Marty al contemplar a sus dos pequeñas mientras duermen, a ritmo de whiskey con hielo. Como los contrastes del Rustin en 1995, pulcro, afeitado («yo no bebo»), metafísico y existencialista, comparados con el Cohle de 2012: alcohólico, desaliñado, que habla llanamente, con simpleza, que deposita las cenizas en una taza donde se lee «Big Hug Mug» (taza del gran abrazo).
True Detective nos obligará a prestar atención a todos los detalles.
Por lo visto en las entrevistas tenemos a los detectives llevando diez años sin hablarse. Algo debió ocurrir en 2001, y no parece que ni Marty ni Rust estén por la labor de contárselo a los detectives que les están escuchando. Debió de ser algo profundo, porque ambos personajes parece que guardan, en mayor y menor medida, cicatrices.
Rust se nos muestra por 1995 arrastrando fantasmas del pasado: un matrimonio deshecho tras el fallecimiento de su hija. El detective ejemplifica el existencialismo de Sartre más elocuente. Y detesta el sur:
La gente de por aquí, es como si ni siquiera supieran que existe un mundo ahí fuera. (…) Todo es un único gueto, tío.
El crimen enmarcado en Erath, Louisiana, población rural rodeada de cañas de azúcar y apartada, que tan poco atractivo despierta a Rustin Cohle, subraya el poco amor propio que siente el investigador. Erath es un espejo de su misma vida, una metáfora del devenir con sabor a ceniza por el que camina Rust.
El apacible Marty queda afectado por la disposición del crimen y sus circunstancias personales:
Hoy, aquella escena, es la cosa más jodida con la que nunca me he topado.
Como ya he comentado, tengo la sensación de que lo que nos narran gravitará mucho más alrededor de los detectives, y no tanto en los crímenes, los cuales colgarán como una especie de MacGuffin sobre las cabezas de nuestros protagonistas.
Curiosamente, esta producción del género buddy movie basa la relación de los personajes en las estrepitosas conversaciones entre los dos compañeros de investigación. La química entre los detectives se da en el contraste entre las disertaciones metafísicas de Rust sobre la angustia existencial comparadas con la simpleza, cristiana y de pueblo, de Marty, que no soporta escuchar a su compañero. Rust habla y habla porque todo está interconectado y todo tiene un sentido fatalista; Marty no quiere estrellarse con la realidad y quiere pensar que todo irá bien. Para Rust el crimen de Dora Lange es una consecuencia universal del sinsentido de la vida, para Marty es una bofetada que desencaja su mundo, porque en su mundo las cosas no deben acabar mal.
Pero hay un algo entre ellos. Rust es cabeza, Marty es corazón. Lo uno no puede vivir sin lo otro. La cabeza piensa, el corazón siente. Marty reconoce varias veces la inteligencia como detective de Rust, y éste se esfuerza en acudir a la cena familiar al que su compañero invita, a pesar de que suponga lo mismo que dirigirse ante un pelotón de fusilamiento, porque necesita volver a sentir. Sacrificio más fácil de llevar si se llega ebrio…
Pero, mejor, ved este magnífico episodio. Ved The Long, Bright Dark. Y juzgad por vosotros mismos. Yo iré comentando en este blog cada uno de los siete episodios que nos quedan por ver, a no ser que este piloto haya sido sólo un espejismo.
(Editado 10 de marzo 2014)
Ya está disponible la versión en español de Inside True Detective – Episode 1, gracias a Canal+ Series, con los comentarios de Nic Pizzolatto y Cary Joji Fukunaga. Imprescindible.
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