Los Ángeles, años cuarenta. Mafia y corrupción inundados de jazz.
Con un episodio piloto doble el canal estadounidense TNT ha estrenado Mob City, miniserie ambientada en la ciudad de Los Ángeles en los años cuarenta. Está escrita, producida y dirigida por Frank Darabont, el que fuera despedido por AMC tras la exitosa primera temporada de The Walking Dead.
Darabont ha hecho acopio de un elenco de actores de The Walking Dead, empezando por el protagonista, el siempre flojo Jon Bernthal, y siguiendo por Jeffrey DeMunn, Andrew Rothenberg y Robert Knepper, en otro papel de sociópata. También tenemos a Edward Burns como el jefe del hampa Bugsy Siegel.

Mob City. Piloto. Jon Bernthal y Milo Ventimiglia en el Bunny’s Jungle Club.
Por lo visto en el piloto tenemos claroscuros, una producción cuidada en lo estético y musical pero no tanto en todo lo demás. Mob City se estrena en España por el Canal TNT el 13 de enero a las 22:30h.
Cine negro con clichés y tópicos desafortunados.
Basado en la novela de Jon Buntin L.A. Noir: The Struggle for the Soul of America’s Most Seductive City, con un título que tuvo que ser cambiado por la coincidencia con un vídeojuego, estamos ante una miniserie de seis episodios donde se intenta imitar la estela de la excelente película L.A. Confidential (1997).
El piloto parte introduciendo a los hampones Bugsy Siegel, Meyer Lansky y Sid Rothman en sus orígenes en los años veinte, antes de devolvernos a la linea temporal principal de la serie en 1947. Son personajes históricos, así que si queréis libraros de los espóilers no busquéis sus nombres por Internet …

Mob City. Piloto. Bugsy Siegel, Meyer Lansky y Sid Rothman comenzaron en los violentos años 20.
Darabont se ha esforzado más en cuidar la fotografía y la música, descuidando la dirección de actores y el desarrollo del plano narrativo.
La serie gira alrededor del policía y exmarine Joe Teage, caracterizado por Jon Bernthal, un actor que no goza de mis simpatías en ninguno de sus trabajos. En el episodio doble partimos del Bunny’s Jungle Club, un garito de nombre un tanto racista donde el jazz y el tabaco inundan el ambiente. La estética, el entorno y la ambientación del piloto aparecen muy cuidados. Se han gastado recursos en cuidar la estética de la época, con tanto ahínco que hay muchos clichés que están de más. Darabont se ha esforzado más en cuidar la fotografía y la música, descuidando la dirección de actores y el desarrollo del plano narrativo. Algunos actores parecen esforzarse en posar con actitud chulesca antes que mostrar expresividad con los diálogos.
La atmósfera está aderezada con la banda sonora de Mark Isham, que ambienta con música de fondo y en vivo para impregnarnos de la época.
En toda producción de cine negro que se precie de serlo debe aparecer la mujer. En Mob City Alexa Davalos encarna a Jasmine Fontaine, que muestra tener un pasado importante en la trama. Veremos qué puede aportar a la historia el personaje de Jasmine.
Edward Burns no pega mucho como Bugsy Siegel, el mafioso asociado a la transformación de Las Vegas en la capital del entretenimiento adulto que conocemos hoy en día. Esperemos, en lo que queda de serie, que la narración y el trabajo de Burns cambien esta impresión. Robert Knepper se muestra acertado en su trabajo como el implacable y frío Sid Rothman.
A pesar de que el piloto no tiene, en apariencia, corazón, y a pesar de las carencias con tópicos desechables, la serie puede prometer. Tengo debilidad por el género de cine negro y tenemos una miniserie relativamente bien ambientada, que goza de la sólida base narrativa del libro de Jon Buntin. Estaré atento al resto de episodios.
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