La tercera temporada de Homeland termina con un único, pero enorme, interrogante.
Con el episodio The Star (La Estrella) Homeland cierra la tercera temporada, vilipendiada por las redes sociales y ninguneada en las candidaturas a los Globos de Oro 2014. Odiada por muchos, porque la han amado antes. Odiada, sí. Pero no por todos.

Homeland – Tercera Temporada. The Star (La Estrella). Carrie.
A la tercera temporada de Homeland le ha llovido mucha mierda. Literalmente. Tenemos críticas constructivas, ya sean positivas o negativas, y argumentadas, de algunos blogueros respetables como la muy recomendable reseña de Rodrigo Martín. Pero también la basura rezuma con las miríadas de tuits vacilones, sin argumentos y carentes de justificación, que pueblan Internet. Para gustos, colores. Porque la vida no es una serie. Y las series… series son.
Al menos con el final de la polémica tercera temporada de Homeland los haters ya no hablarán de ella en la cuarta temporada, porque no la verán. Menos mal: menudos plastas…
Warning!
¡Alerta espoilers! ¡No sigas leyendo si no has visto la tercera temporada de Homeland!
Warning!
¡Alerta espoilers! ¡No sigas leyendo si no has visto la tercera temporada de Homeland!Homeland da un giro dramático.
Muchos nos hemos quedado de piedra al ver el ajusticiamiento en una horca en Irán del pelirrojo sargento de los marines. Porque Nicholas Brody ha sido, junto a Carrie, el corazón de Homeland, el combustible que avivaba la llama, y con su muerte en ‘The Star (La Estrella)‘ se abre un grandísimo interrogante.
Y ahora, ¿qué pasa con Homeland?
Y ahora, ¿qué pasa con Homeland?
Se podría decir que con la muerte de Brody se apaga el fuego que avivaba la serie. Porque es evidente que no van a resucitar a Brody, en contra de lo que algunos blogueros se habían atrevido a especular. Tanto el showrunner Alex Gansa como el propio Damian Lewis lo han confirmado en distintos medios. Brody está muerto. A ver si la esperanza de algunos era hacer un mash-up de Homeland con The Walking Dead…

Homeland – Tercera Temporada. The Star (La Estrella). Alguien a quien recordar.
Una temporada en tres actos.
Una temporada que me ha gustado, más incluso que la segunda, aun teniendo algunos flecos en la historia, errores de raccord y alguna historia paralela que se podría haber acortado, que no eliminado. El propio Alex Gansa explicó que la tercera temporada de Homeland está dividida en tres actos, de cuatro episodios cada uno.
A la tercera temporada de Homeland le ha llovido mucha mierda. Literalmente.
Repasemos un poco lo que ha dado de sí la tercera temporada.
El primer acto comienza con ‘Tin Man Down (El hombre de hojalata ha caído)‘. Saul Berenson no es un santo y ordena «Eliminarlos, eliminarlos a todos». La CIA en estado puro, con asesinatos selectivos. No es ningún secreto que los servicios de inteligencia de todas las potencias navegan por las cloacas de sus propios estados. Pero el episodio tiene la importancia de mostrar que, ni el «bueno» de Saul, titubea para mancharse las manos de sangre. Y a Carrie es defenestrada en público, echada a los perros, apareciendo repudiada por la agencia y por su propio amigo Saul ante el comité de investigación del senado encabezado por el antipático Andrew Lockhart (Tracy Letts).
A Brody no le vemos hasta el excelente, para mí, ‘Tower of David (La Torre de David)‘. Nicholas acaba en lo peor de Caracas y se encuentra con lo que significa, en realidad, ser el fugitivo más buscado: la más profunda soledad. Un episodio que me recordó mucho a ‘Granite State’ de Breaking Bad. Aquí tenemos la brillante aparición del médico Cass Winthrop (interpretado por Stephen Schnetzer), el ostentoso pedófilo exiliado en el rascacielos abandonado, convertido en refugio de delincuentes, parias y prófugos de la sociedad. Brody acaba desolado, hundido y enganchado a la heroína.
La familia de Brody produce, en muchos espectadores y talifanes, el tedio y la ira. La tan odiada Dana, la hija de Brody, cobra un protagonismo que casi nadie quiere ver. Lo mejor de esta trama paralela es que Morena Baccarin se luce en su papel de Jessica Brody, a pesar de su visible embarazo.
Entonces llega la sorpresa. El primer acto acaba con un giro brillante, al final del episodio ‘Game on (Empieza el Juego)‘. Carrie y Saul se encuentran y en la última escena queda claro que todo era una pantomima, un plan para convertir a la embarazada bipolar en un agente triple. Brillante.
Comienza el juego.
El segundo movimiento comienza en el quinto episodio ‘The Yoga Play (La práctica del yoga)‘, con Carrie jugando su papel de agente resentida y dispuesta a colaborar con la firma de abogados detrás de los fondos del atentado en Langley. Luego, en el episodio ‘Still Positive (Sigue dando positivo)’, aparece un nuevo y gran personaje: el jefe de la inteligencia de Irán, el frío Majid Javadi, interpretado magníficamente por Shaun Toub. En esta parte de la temporada siguen coleando Dana y sus circunstancias. Y el arisco senador Lockhart se vuelve más antipático todavía cuando se confirma que le va a quitar el puesto a Saul. El inteligente y pragmático hasta la médula Dar Adal (¡qué grande F. Murray Abraham!) entra en el juego entre el senador y Saul. Hasta los primeros cuatro episodios nos habían engañado con el juego de la lealtad de Carrie; ahora el juego de los espías ya está en marcha con Carrie como agente triple y con Javadi como agente doble.
Así volvemos al mejor Homeland, donde no sólo vemos hasta dónde pueden llegar sanguinarios como Javadi, y cómo, en nombre de la Seguridad Nacional, obligan a la policía a mirar hacia otro lado ante un supuesto «asesino» confeso (Quinn) para salvar el pellejo del que, ahora, se ha convertido en inestimable aliado. Majid Javadi es devuelto, sano y salvo, a Teherán. Pero a Saul sólo le quedan nueve días en el sillón de dirección de la CIA para la siguiente fase del plan.
Vemos a Lockhart involucrado en un turbio asunto con un agente del Mossad, amante de la mujer de Saul. El equipo de Saul lo descubre, y así gana Berenson un arma definitiva para deshacerse de los impedimentos a su plan, empezando por el propio Lockhart. Y Peter Quinn (Rupert Friend) queda relegado a un segundo plano, otra circunstancia, para muchas (y para algunos), motivo de crítica a la temporada. Eso no importa: vuelve a entrar en escena, y ya hasta el final, Nicholas Brody.
Un acto de redención.
El acto final comienza con ‘One Last Time (Una última cosa)‘. Aquí ya nos despedimos, junto a Brody, de Dana. El equipo de Saul desintoxica al pelirrojo y le preparan para el temerario plan de Saul: asesinar al eslabón de la distención entre EE. UU. e Irán, el intocable comandante de la Guardia Revolucionaria Danesh Akbari, para que pueda, eventualmente, sustituirle el «más afín» Javadi.
Brody consigue entrar en Irán en el gran episodio ‘Good Night (Buenas noches)’. Y en el, aún mejor episodio ‘Big man in Tehran (El gran hombre en Teheran)’ Brody no consigue acercarse lo suficiente a Akbari, es utilizado como propaganda política del régimen de los ayatolás, y escapa por los pelos de un intento de eliminación por un equipo del Mossad israelí, a instancias del Presidente de EE. UU. y del propio Saul. Casi nada. Así que Brody sólo tiene una única salida… acabar, como sea, con Akbari. Y lo consigue, dejándonos con un estupendo cliffhanger.
Y así llegamos, en lo más alto, al Season 3 Finale. Parece imposible que Brody pueda escapar, pero en el corazón algo nos dice que, de nuevo, Nicholas lo conseguirá.
Eso es lo que todos pensábamos. Pero nos engañaron.
En la cabaña segura, donde aguardan Carrie y Brody a ser rescatados, sorprende ver que en ningún momento se besan ni muestran afecto de manera elocuente. Pero los sentimientos están en el aire. Carrie confiesa su embarazo, mientras un exhausto Brody recuerda cómo le llamó el doctor en Caracas: «una cucaracha, que sobrevive siempre…». Nicholas no tiene hogar, no tiene patria, no tiene familia, es un enemigo para todos. Sólo encuentra consuelo en el regazo de una Carrie que lo ha arriesgado todo por él. Así es el amor.
Nicholas está abatido. Es muy significativo el momento en el que, cuando Carrie intenta animarle diciéndole el bien que ha hecho «por su país», Brody le contesta:
¿En qué universo puedes redimir un asesinato cometiendo otro?
Como no podía ser de otra manera, Nicholas Brody es traicionado y abandonado. Entonces, sorprendentemente, ante las súplicas de Carrie por salvar al padre de su futuro retoño, recibe el consuelo por parte de alguien totalmente inesperado que entiende, que comprende. Es Javadi:
Ahora todo el mundo le ve a través de tus ojos.
Y, ante millones de espectadores en medio mundo, Nicholas Brody muere ahorcado ante una desconsolada Carrie Mathison que grita su nombre. Los guionistas matan, valientemente, a uno de los protagonistas de la serie, y eso es un acto heroico, un salto hacia adelante que los puede estrellar en el abismo o catapultarlos hacia las estrellas. Porque, por lo menos, queda otra temporada.

Homeland – Tercera Temporada. The Star (La Estrella).
Un epílogo que cierra, no una temporada, sino una serie.
Así llegamos a los diez minutos finales, que cierran la temporada de una manera hermosa, sentida, conclusa. Sin cabos sueltos. Diez minutos maravillosos, emotivos, que llegan al corazón. Porque el mundo del cine y las series es personal, y para mí una película, una serie es sobresaliente cuando emociona, cuando es capaz de hacernos sentir, de hacernos llorar. Cuando nos toca por dentro. Como el final de Breaking Bad, como el cierre de Centauros del Desierto (1956).
Hemos sido testigos del sufrimiento tanto de Brody como de todos los que le han rodeado. Brody ha sido endiosado y envilecido. Y, finalmente, ha muerto de manera poco honrosa, acabando como un traidor para todos, un nombre maldito de alguien a quien olvidar. Excepto para Carrie, que no conoce toda la verdad sobre el sargento de los marines. Ella no, pero nosotros sí.
La estrella que graba en el memorial es sentida, y muchos la hemos secundado. Homeland debería haberse terminado con ‘The Star‘. al igual que Dexter debió haberse terminado en el 4×12 The Getaway. No tiene ningún sentido continuar la serie, aun conservando un formidable elenco de actores, tras la tercera temporada, a no ser que se reinvente. Porque Brody no volverá… a no ser que sea en forma de precuela.
Para mí Homeland ha terminado con La estrella. Veré la cuarta temporada, pero ya será otra serie. Aunque la niña nazca pelirroja.
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