El humor irreverente de Stephen Merchant.
Hello Ladies, una comedia creada, escrita, dirigida y protagonizada por Stephen Merchant que tiene como colaboradores en la producción a Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky. Un diseñador web se traslada desde su Inglaterra natal hasta Los Angeles en busca de fortuna… sexual. La primera temporada consta de ocho episodios. Se trata de una producción de HBO que gravita alrededor de Merchant, el británico que comparte el mismo gusto por el humor irreverente de su compatriota Ricky Gervais con quien ya ha trabajado en series como la versión americana de The Office.
El humor, al igual que el terror, es personal. Hay cosas que producen carcajadas en unos y sopor o hastío en otros. El piloto de esta serie hace recapacitar sobre el sentido de reírse de las miserias ajenas, por muy rocambolescas que se nos muestren. Pero claro, estamos hablando de Merchant… que es casi como hablar de Gervais.
Una comedia… que no lo es.
Stuart es un pagafantas en toda regla.
Stuart es un tacaño diseñador web que emigra a Los Angeles con mucho entusiasmo y optimismo pero con nulo talento para las relaciones sociales y peor oficio en las artes de la seducción. Es un pagafantas en toda regla cuyo amplio abanico fraternal es bien limitado. Empezando por su inquilina y vecina Jessica (Christine Woods), inmersa en el guión de una webserie dramática propia y una clara candidata a acabar liándose con Stuart. Luego tenemos a sus wingmen de ligoteo: Wade (Nate Torrence), un convaleciente amoroso tras ser abandonado por su mujer y Kives (Kevin Weisman), un extrovertido y juerguista parapléjico con cuya compañía Stuart no suele estar a gusto.
Siempre hay que darle una oportunidad a las producciones de HBO. Con lo visto en el piloto, y a falta de ver el resto de la serie, dudo en calificar la producción como comedia. Pinta a drama, con situaciones graciosas, aunque el piloto sólo me ha producido risas en contadas ocasiones como el icebreaker de Kives para entrarle a las mujeres «Dating, mating, or masturbating?» (¿sales, apareas o masturbas?), o cuando los tres ligones van en el descapotable de Stuart a ritmo de la canción rapera When the Shit Goes Down («Cuando la mierda baja» …vete preparando :-D) de Cypress Hill. Y también el momento en que Stuart trata de impresionar a una guapa diciendo «haré que el HTML parezca MS-DOS» (un chiste muy nerd). Este tipo de momentos se pueden decir respetuosamente cómicos. Otra cosa es verles hacer el mayor de los ridículos al pifiar con sus desastrosos acercamientos a las mujeres.
Merchant gusta de un humor agresivo, al igual que Ricky Gervais (¿alguien recuerda las gracias de Gervais en los Golden Globes 2011?). Pero una cosa es reírse de famosos adinerados de Hollywood, otra es hacerlo de las desgracias de personajes en los cuales, en mayor o menor medida, muchos pueden verse reflejados. Es por ello que, de seguir la serie por esta línea, dudo que tendré el ánimo de terminar los ocho episodios de la primera temporada. Veremos cómo sigue. Porque, viendo sólo un piloto, y tratándose de HBO, hay que tener paciencia y esperar a ver el desarrollo de la historia de Merchant y su personaje en sus fallidos intentos amatorios.
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