Intenso ha sido el cuarto episodio de la temporada de Juego de Tronos titulado And Now His Watch Is Ended (Y Ahora Su Guardia Ha Terminado). Sigue la deriva respecto a los libros lo que nos da a los que los hemos leído un toque de incertidumbre interesante. Sigue la mejora respecto al soso piloto y ahora vamos entrando más rápidamente en una espiral dramática donde el cada vez mayor número de personajes y sus circunstancias se entremezclan y enredan a ambos lados del Mar Angosto.
Seguiré orientando a los profanos a las novelas con los nombres, lugares y eventos, pues es fácil liarse y seguramente muchos se sentirán un poco (o muy) perdidos con una trama tan llena de matices, de apellidos, de heráldica, de familiares, de prostitutas, de nobles, de plebeyos… y de sangre. Alguna ventaja tiene conocer de antemano las obras de Martin, ¿verdad?
¡Alerta espoilers!
Y ahora su guardia ha terminado
El poético título lo dice todo, un espoiler para los que presentíamos qué iba a ocurrir: el asesinato del Lord Comandante Mormont (James Cosmo), que quiero recordar que es el padre de Jorah Mormont (Iain Glen), el inseparable consejero y guardián de la Madre de los Dragones, a manos de los miembros más mezquinos de la Guardia de la Noche. Es un momento triste en los libros, si bien a estas alturas de la serie ya nos tiene George R. R. Martin bien acostumbrados a llevarse a personajes simpáticos. No sabemos qué ha sido de los amigos de Samwell Tarly, pero sí que hemos podido ver cómo el rollizo Tarly escapa con la salvaje y su bebé.
En Desembarco del Rey, la Capital del Reino, las intrigas palaciegas se van forjando poco a poco. En este episodio cobra un significativo protagonismo el «Señor de los Susurros», el eunuco Lord Varys. Y todo el mundo está maquinando contra todo el mundo: desde nuestro querido y repudiado por los suyos Tyrion Lannister, que reclama venganza contra su dulce hermana («Necesito pruebas») la Reina Cersei, pasando por su padre Tywin, la abuelita Lady Olenna «Reina de Espinas» Redwyne (Diana Rigg, la abuela de Margaery Tyrell), la prometida del Rey Joffrey, Margaery… todos y todas excepto la pánfila de Sansa Stark y el odiado Joffrey.
Otra de las licencias del guion se da en la caja que le llega desde el otro lado del mar a Lord Varys que nos muestran en el episodio, en un plano muy tarantiniano. Y es que en los Siete Reinos de Poniente a nadie le tiembla la mano para obtener lo que les parece «merecida justicia».
A Cersei le crecen los enanos del circo Su hermano y amante Jaime sigue en manos de los norteños de Robb Stark (¿en manos de Robb? ¿de verdad?). Y Margaery Tyrell parece tener al repugnante Joffrey bebiendo de su mano y ganándose a los habitantes de la capital. Y encima su padre el temible Tywin Lannister… No me cansaré de decirlo: Charles Dance borda el personaje de Tywin. El patriarca de los Lannister parece no estar preocupado mientras escribe cartas, cartas que volarán en alas negras…
¡Espóiler dentro! | Mostrar spoiler> |
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Por fin aparece Lord Beric Dondarrion y su ojo con parcheado. El caballero, ahora líder de la Hermandad sin Estandartes, está dispuesto a impartir justicia. Pero ¿quién es este Dondarrion?
Tenemos que remontarnos a, nada más y nada menos, la primera temporada. Lord Beric Dondarrion fue enviado a las Tierras de los Ríos (territorio de los Tully, de la familia Cathelin Stark) por el entonces Mano del Rey, Eddard Stark, con el cometido de capturar e impartir justicia a Ser Gregor «la Montaña» Clegane (que, desde entonces, está saqueando, torturando y violando a mansalva…). Gregor es el hermano mayor de Sandor «el Perro» Clegane. Y Sandor está ahora en manos de Lord Beric. Sandor no le tiene ninguna simpatía a su hermano… pero es un Clegane, y fue miembro de la Guardia del Rey Joffrey.
Arya no ha olvidado que Sandor partió de un espadazo a su joven amigo Micah en aquel fatídico viaje por las Tierras de los Ríos donde la loba huargo de la pequeña Stark, Nymeria, fue abandonada para salvarla de la ira del joven y monstruoso Rey Joffrey. La justicia que Arya lleva tanto tiempo buscando comienza a llamar a sus puertas.
En el norte sigue el periplo de Bran Stark, su hermano pequeño, sus respectivos lobos huargos, Hodor, la salvaje Osha y los misteriosos Hermanos Jojen y Meera Reed. Jojen está siendo partícipe de los «Sueños Verdes» o sueños visionarios de Bran, aunque todavía no pueden interpretarlos. El cuervo de tres ojos sigue apareciendo…
En Astapor, lejos de las Tierras de Poniente, Daenerys Targaryen culmina su maquiavélico plan: quedarse con los 8000 soldados Inmaculados… sin renunciar a sus dragones. Y de paso, arrasamos con todos los esclavistas de Astapor liberando a todos los esclavos porque:
Efectivamente: ella es Daenerys de la Tormenta, de la Casa Targaryen. Y no necesita traductor para hablar su lengua materna, el Alto Valyrio (aunque en las novelas de Martin el Alto Valyrio es una lengua muerta y en Astapor hablan un dialecto derivado de él). En este episodio la Khaleesi se convierte en la Reina Rompedora de Cadenas.
Que tiemblen los Siete Reinos y el continente de Essos: Daenerys no sólo tiene a sus dragones, sino que además tiene un ejército de soldados Inmaculados.
Es cierto que esta entrada está orientada principalmente para los que van perdidos con los nombres y la trama; reconozco que adolece de opiniones subjetivas en contraste con las explicaciones de los hechos.
Casi olvido citar las vicisitudes de Jaime Lannister, sin su mano y sin ganas de vivir, y Brienne de Tarth. Son la pareja extraña; y es curioso observar cómo Jaime puede despertar simpatías y pena cuando en la primera temporada todo el mundo lo quería muerto (a ser posible de forma terrible…). Aquí tenemos la grandeza de la narración de George R. R. Martin: todos los personajes pueden despertar (de manera diferente) tanto simpatías como antipatías, y hay pocos personajes enteramente benévolos o maléficos.
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