¡Que vuelven los rusos!

Otra agradable sorpresa en este Midseason ha llegado de la mano de la cadena FX. The Americans nos devuelve al año 1981, la época de los cabellos recargados, las hombreras y los pantalones ajustados, para sumergirnos en la ya olvidada temática de la Guerra Fría. Una serie interesante, entretenida, con historias paralelas, donde destaca el actor Noah Emmerich, que encarna a un agente del FBI a la caza de los rusos.

También hablaré de la inesperada incursión de Microsoft en el mundo de las series; del anuncio de la última temporada de How I Met Your Mother; del final de Fringe; y mis impresiones sobre los premios SAG del sindicato de actores.

The Americans. Vuelven los 80 y la Guerra Fría.

The Americans. Vuelven los 80 y la Guerra Fría.

Un matrimonio como otro cualquiera.

Elizabeth (Keri Russell) y Phillip (Matthew Rhys) son los Jennings, un matrimonio con hijos, todos tan americanos que en realidad son espías, células durmientes que residen en suelo yankee en nómina de la Unión Soviética . Estamos en el año 1981 y el belicoso Ronald Reagan está sentado en el Despacho Oval. El piloto comienza mostrándonos cómo los Jennings no tienen escrúpulos a la hora de hacer lo que sea con tal de cumplir la operación que tengan asignada para, acto seguido, dar un pequeño salto en el tiempo y meternos en una persecución muy bien llevada bajo el ritmo de la muy apropiada canción Tusk, de Fleetwood Mac.

La narración echa mano de breves flashbacks, dosificados a lo largo de todo el episodio, para meternos en los personajes y sus matices, con una historia en la que tenemos tres vértices: los tres personajes protagonistas con sus perfiles y complejidades bien diferenciados. Dije tres, porque el tercero en discordia es Stan Beeman, el recién llegado vecino de los Jennings de cara siempre melancólica y brillantemente interpretado por Noah Emmerich, un eterno secundario que finalmente tiene un personaje importante al que dar vida. Stan es, precisamente, un agente del FBI metido en contraespionaje…

Noah hace una soberbia interpretación, especialmente en la voz y en los gestos. Nunca sabes cuáles son sus verdaderas intenciones que, tras su plácida candidez, reflejan quizás una mascarada. Ni si, tras esa bonachona y triste sonrisa, se esconde una mente que analiza a los interlocutores que le ofrecen amablemente unos ricos brownies caseros, si tras esa tranquilidad pasiega disimula una observadora e inquisitiva mirada hacia el modelo del coche guardado en el garaje. Noah Emmerich desarrolla una interpretación que nos tiene en desasosiego en todo momento, más aún por su serenidad aparentemente despreocupada con la que desfila ante sus vecinos. Es increíble que a estas alturas ningún director o productor se haya fijado en el talento de este actor.

Aunque me ha gustado el piloto, el episodio no llega a ser sobresaliente porque peca (quizás…) de algunos maniqueísmos oportunos. Me refiero a la coincidencia de que los espías soviéticos tengan como vecino a un perspicaz agente de la contrainteligencia estadounidense… ¿casualidad o no?

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La serie no sólo tiene un póster chulísimo, sino que además entretiene. Estaremos atentos a su desarrollo, donde tenemos personajes con complejidades, diferencias y contradicciones propias de la situación en la que viven dos agentes desconocidos obligados por la madre patria a formar una familia y fingir a su alrededor amor. Los Jennings son muy diferentes en motivaciones y sentimientos, pudiendo este factor dar mucho juego a la narración: tenemos una historia que es mucho más que un drama de espías, es una trama de personajes atrapados por las circunstancias con los que es difícil no albergar, en mayor o menor medida, simpatía.

La noche del miércoles emiten en EEUU el segundo episodio. Así que los jueves toca ver The Americans.

Unas que llegan, otras renuevan…y otra que se va.

Mientras que la cadena Showtime ha anunciado que Californication tendrá séptima temporada, la CBS ha hecho oficial que la novena será la última temporada de Cómo conocí a vuestra madre. La comedia ha sido brillante en sus primeras temporadas, pero las últimas muestran que ya está agotada y los guionistas no dan más de sí. Algunas productoras, en su ceguera por el dinero, no saben eso de «dura lo que dura…».

Las que ya se han ido en enero son 30 Rock, la comedia de la NBC que ha estado con nosotros desde 2006, y Fringe. Respecto a la serie sobre el profesor Walter Bishop, su vaca, sus drogas, su regaliz rojo y cómo revolvió el Universo con todo, la serie de J. J. Abrams cerró definitivamente con un poético plano detalle.

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Microsoft producirá series. Que no les salgan pantallazos de cuelgue azules.

Microsoft  se mete en la producción de series al destaparse el fichaje de Jada Miranda, ejecutiva durante ocho años en la HBO y que luego pasara desde 2010 a ser SVP de Drama en la NBC, donde sus producciones no han sido nada afortunadas. La noticia podría pasar desapercibida de no ser por las implicaciones que tiene: el gigante Microsoft abrirá un mercado seriéfilo de cosecha propia a millones de potenciales espectadores en todo el mundo por medio de la red Xbox Live.

¿Y qué? ¿En qué nos afecta?

La distribución de series por la red online Xbox Live supone poner los estrenos seriéfilos al alcance de la mano, de manera legal, al público foráneo a los EEUU. Ya he comentado en más de una ocasión lo incongruente que es que cadenas estadounidenses de gran calidad televisiva como HBO, Showtime et al., seguidas por millones de personas en todo el mundo, se olviden del resto del planeta y no ofrezcan la posibilidad de disfrutar de sus producciones, ya sea pagando o no, a través de sus servicios online. Y luego se quejan de que utilizamos torrents…

Sony debería tomar buena nota de ello. Porque:

  • Tiene una división de entretenimiento enorme, mucho mayor que la de Microsoft.
  • Su red online de su consola Playstation es gratuita.

Microsoft no es precisamente una empresa que goce de mis simpatías. Pero, si bien es verdad que todos sus proyectos por imitar la estela de Apple se han estrellado (Zune, el móvil Microsoft, etc…) ha tenido algún que otro sonoro éxito, como el producto cuya división no deja de aportar cuantiosos beneficios: la consola Xbox 360. Esperemos que el nuevo proyecto en el que se embarca ofrezca producciones seriéfilas de las que podamos disfrutar.

Los premios SAGs hacen justicia… sólo en parte

Efectivamente, los decimonovenos premios SAG del sindicato de actores fueron entregados el pasado 27 de enero. Algunas de mis predilecciones se vieron premiadas… pero sólo algunas. Discrepo con los premios otorgados a las series Downton Abbey como mejor elenco en serie de drama y Modern Family en lo que respecta a la comedia. Pero se hizo justicia con Bryan Cranston y (de nuevo) con Claire Danes como como mejores intérpretes de serie dramática. La Danes lleva unos meses y seguro que ya no le queda sitio en la vitrina con tanto premio…

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4 comentarios

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  1. siiiiiiii

    • jordi el 12 febrero, 2013 a las 17:49

    En lo referente a Fringe, al igual que en otras series se hace un trabajo de script encontrando errores y fallos de continuidad, encuentro a faltar a gente que haga lo mismo con la ciencia incluida en la serie. Me refiero a paradojas temporales, hiperespacios, dimensiones alternativas, cuestiones entrópicas, procesos biológicos y genéticos … todo eso. Lo mismo digo aplicado a Dr. Who y Torchwood.

    Si menciono esto es porque hay bastante gente que toma por más cierto lo que cuenta una serie (cuya relación con la ciencia es ambiental-argumental y de McGuffin) que lo que dice la ciencia en realidad y lo que en realidad se puede hacer, tardará en hacerse y no se puede hacer en absoluto. Sin embargo, en otras series no dejan pasar un mínimo error sin contar con el principio de la suspensión de la realidad en la narrativa, sin darse cuenta que lo que se quiere contar no es la exactitud del proceso, sino otra cosa. Eso no lo hace una serie dramática, sino un documental.

    Y con esto no quiero decir que no me guste Fringe, la he disfrutado en distinto grado en todas sus temporadas, y me ha gustado encontrar los referentes del fantástico a los que se refería. Lo escribo sólo por contrastar el tratamiento que dan los seguidores a las distintas series, siendo muy escrupulosamente en algunas cuestiones y dejándose colar golazos en otras.

  2. Por cierto….que me dices de la serie..»following»??? dime dime…

  3. En esta publicación he hablado de «The Following». Aunque me gusta Kevin Bacon la serie es más de lo mismo. Y es muy exagerada: asesinos en serie por doquier y más de lo mismo.
    Le daré otra oportunidad y veré algún episodio más. Pero no tengo esperanzas de que me enganche.

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