La cadena británica Channel 4 nos vuelve a sorprender con la extraña Utopia, como ya hiciera en 2011 con la rompedora Black Mirror. Es de agradecer que aparezcan series que, sin ser pretenciosas, ofrezcan algo nuevo y diferente sin quitar interés. Y, por otro lado, la tan esperada y tan anunciada The Following, de la cadena Fox, no ha sido más que la n-ésima decepción del flojo curso seriéfilo que comenzó en septiembre de 2012.
También hablaré de la vuelta de Californication en su sexta temporada. Y os recuerdo que tenemos por delante otro regreso y dos estrenos: el 28 de enero vuelve Black Mirror en su segunda temporada, el 30 de enero se estrena The Americans y el 31 la NBC estrena Do Not Harm.
Utopia, aire fresco en el mundo seriéfilo
Escrita por Dennis Kelly, esta hipnótica serie británica bebe de las fuentes de Mulholland Drive (2001) de David Lynch y Barton Fink (1991) de los hermanos Joel y Ethan Coen. Probablemente estas dos películas os echen para atrás pero, al contrario, deberían animaros a ver el piloto de Utopia porque su guión no es ni espeso ni precisa de opiáceos para digerirlo. Las semejanzas con las películas anteriores radican en lo visual de la puesta en escena y en la singularidad desconcertante de sus protagonistas. La serie no carece de violencia y acentúa los rasgos de los villanos.
¡Espóiler dentro! | Mostrar spoiler> |
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La trama gira alrededor de la única copia de un manuscrito, una novela gráfica (no un cómic), ilustrada por Mark Dane, paranoico-esquizofrénico que se suicidó tras permanecer recluido dos años en una institución mental. Todo al más puro estilo Lovecraftiano. Conspiranoicos y aislados sociales enganchados a redes sociales e Internet en una sociedad que deriva hacia el Big Brother is Watching You, aderezado todo con complots políticos que se mezclan en un piloto que de seguir así promete mucho.
La puesta en escena con planos generales amplios, jugando con los colores de los escenarios y las vestimentas, personajes de escasa oratoria pero mucha elocuencia y todo bañado con una banda sonora desconcertante para sumergirnos en un mundo casi onírico donde se han cuidado mucho los planos y las secuencias para mostrarlas con detalles, sin ánimo presuntuoso.
Los villanos de la serie, Lee y Arby, son dignos de mención. La escena del singularmente trajeado Lee, con su tupé, sus zapatos, su bolso amarillo con forma de smiley del Acid House, con el inhalador de gas en la mano, tiene claras similitudes con el personaje interpretado por Dennis Hopper en Terciopelo azul (1986). Y Arby, de mirada perdida, respiración pesada y carente de toda expresividad, llamativo aunque quizás peque un poco de excesivo e irreal, pero es perdonable: no olvidemos que nuestro mundo real está infectado de todo tipo de lunáticos.
No os perdáis el piloto de una serie que abre la ventana dejando entrar aire fresco en la escena seriéfila de hoy en día, atiborrada últimamente de pretenciosas producciones, que aportan poco o nada, y carentes de oficio. Utopia es una serie recomendable que espero no decaiga.
The Following: clichés exagerados.
Una de cal… y otra de arena. The Following es obra de Kevin Williamson, conocido simplemente por ser el guionista de toda la secuela Scream. Los 10,337 millones de espectadores en su estreno el pasado lunes 21 de enero muestran la insólita expectación que el nuevo thriller de la cadena Fox había levantado. Y dije «insólita expectación» porque el argumento tiene cero originalidad y mucho, mucho, mucho cliché facilón respecto a los asesinos en serie malos, malísimos e inteligentes. Está protagonizada por un correcto Kevin Bacon, por todos de sobra conocido, y por el británico James Purefoy, que, entre otras cosas, encarnó a Marco Antonio en la brillante serie Roma.
La serie cuenta con recursos y protagonistas solventes, pero adolece de la trama, que echa agua por todas partes. ¿Qué se podía esperar de Kevin Williamson? El piloto, como he dicho, utiliza todos los estereotipos del género: asesinos en serie implacables y sofisticados, agentes atormentados y dañados por vete tú a saber, víctimas estúpidas y ¡hasta referencias a Edgar Allan Poe! Para quedarnos de brazos cruzados y decir: «sí, sí, claro…».
Aunque no todo es negativo. Bacon y Purefoy saben interpretar a sus personajes dentro del encorsetamiento limitado al que les han sometido los guionistas. Y el uso intercalado de flashbacks en la línea temporal va dosificando los perfiles de los personajes.
Hank Moody toca fondo
Por fin ha vuelto Hank Moody, más borracho y triste que nunca. Californication, como quizás bien sabréis, es una serie a la que le tengo un especial cariño. No es una comedia, a pesar de lo cómico de las situaciones por las que pasan sus conspicuos protagonistas. No es un drama, a pesar de mostrar las miserias humanas. A Californication se la podría etiquetar como una tragicomedia donde se desmitifican valores perseguidos por tantos y tantas: sexo, dinero y fama. Pero Californication debe verse como una metáfora donde los personajes representan iconos estereotipados y Hank Moody simboliza al macho alfa por excelencia.
Poco hay que decir del regreso de la serie protagonizada por David Duchovny. Tenemos a Hank Moody en estado puro… y el resto de familiares y amigos parecen seguirle la estela. Así es bien difícil para el escritor encauzarse por el camino de la madurez cuando se carece de ejemplos a seguir en tu círculo más próximo.
Otro regreso esperado es Black Mirror, cuya segunda temporada vuelve el 28 de enero. La primera sólo consta de tres episodios, así que todavía estáis a tiempo de ver la polémica serie del Channel 4 británico antes del día 28.
Y en lo que resta de mes de enero tenemos dos estrenos más. El 30 de enero FX estrena The Americans, serie ambientada en la Guerra Fría, alrededor de un matrimonio de estadounidenses que en realidad son espías soviéticos. Y el 31 la NBC estrena Do Not Harm, una actualización del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. The Americans tiene buena pinta, Do Not Harm no tanto.
8 comentarios
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Autor
«Utopía» muy recomendable
«Utopia» está genial. Acabo de ver el segundo episodio y me ha gustado aún más que el primero. Los conspiranoicos estarán disfrutando de lo lindo con ella. Una fuerza narrativa enorme.
¿Eres una conspiranoica, Amanda?
Va mejorando la serie, sus colores y sus personajes extraños. Que siga la racha…
Ja, ja, ja. No, las teorías de la conspiración siempre me han parecido demasiado fáciles. Pero he tratado con algún conspiranoico que otro. Claro, que no se les puede negar que vivimos bajo el dominio de unos cuantos seres sin escrúpulos y con mucho dinero y poder. No hay más que ver las noticias. Eso sí, para la ficción dan mucho juego. Ahora mismo voy a ver el cuarto de «Utopia», el ritmo se ha puesto frenético y casi asfixiante. Y esta Jessica Hyde, que parece una Lara Croft en un videojuego de conspiraciones, le está dando mucha vida. Estos ingleses qué audaces son con los guiones.
No es extraño que una serie así esté realizada por británicos. La primera serie que considero paranoica es «The prisoner» interpretada por Patrick McGoohan en 1968, con una duración irregular de 17 episodios y considerada continuación de otra producción realizada por UK protagonizada por el mismo actor y conocida como «Danger Man». Si no la habeis visto intentad hacedlo.
Paralelamente a esto, el Reino Unido ha dado grandes guionistas de comic que también han dado excelentes obras paranoico-conspirativas. Por otro lado, la ciencia-ficción de los británicos siempre ha sido muy pesimista, tanto en sus inicios (H.G.Wells) como en sus representantes más actuales, sin olvidarnos de la ciencia ficción sociológica de Ballard, que sería la que más se parecería a «Utopia».
Por decirlo en una frase, tipicamente britanica.
The Prisoner es una serie que tengo pendiente de ver. Hernán Casciari en su blog la nombraba mucho, así que queda apuntada.
Cambiando de tercio: no os perdáis Carnivàle
Yo ya voy por la segunda de Carnivale. Qué pena que la cancelaran. Con la pasta que se habrán gastado en ella y lo bien que les salió.
Otra recomendación, esta vez, negativa. No veáis «Do No Harm». He visto el piloto porque vi que estaba basada en el Dr. Jeckill y Mister Hyde, y es una pérdida de tiempo precioso irreparable. Mala con avaricia. Tipo «Beauty and the Beast».