Intenso domingo tuvimos con tres de las series que están triunfando en este casi extinto otoño: Homeland, Dexter y The Walking Dead. Homeland nos saca de un cliffhanger para meternos en otro. Dexter a vueltas contra su «Pasajero Oscuro». Y The Walking Dead arrasa en la noche de emisión del Season Finale con 15,2 millones de espectadores en EEUU. De esta manera la AMC marca un hito al superar por primera vez un canal de pago a todas las cadenas en abierto. Ya sólo quedan dos episodios para que Homeland y Dexter se despidan hasta el año que viene.
¡Alerta! ¡Espoilers en el texto y en las fotos!
Dexter y MacGuffin
La cadena Showtime y su asesino en serie afincado en Miami nos llenan la séptima temporada de MacGuffin a tutiplén. Recordemos que este término fue acuñado por Alfred Hitchcock y consiste en un elemento narrativo importante para los personajes pero que carece de importancia por sí mismo, no aportando nada a la trama principal. Es todo un pilar de las cintas de suspense. Por ejemplo, en Psicosis (1960) podemos imaginarnos que toda la trama girará en torno al robo de 40.000 dólares por parte del personaje interpretado por Janet Leigh. Pero Psicosis no va sobe el robo de $40,000…
Recordemos algunos de los MacGuffin (Editado: que en el mundo seriéfilo se pueden confundir fácilmente con arcos argumentales cinematográficos debido a la dosificación por episodios de las series, en contraste con las películas) vistos en la séptima temporada de Dexter, la gran mayoría bordados con ribetes sanguinolientos:
- La fijación en Dexter de Louis Greene, el siniestro becario hacker de Masuka. R.I.P.
- El psicópata con complejo de minotauro. Un ágape para Dexter… R.I.P.
- Lo que parecía la trama principal de la temporada, Isaak Sirko y la mafia ucraniana, ha resultado ser sólo una trama paralela más. R.I.P.
- El idilio de Quinn con la showgirl y la corrupción con los ucranianos. Todavía abierto.
- Angel Batista, su crisis de vocación y el restaurante comprado con el dinero negro que le ha dejado Quinn. Angel ha perdido mucho peso esta temporada.
Cody y Astor Bennett. Y eso que pensábamos que la productora se había desecho de ellos.(Editado: en realidad no es un MacGuffin).El cruel padre de Hannah McKay y el intento de chantaje. R.I.P., aunque con ecos.(Editado: en realidad no es un MaGuffin).El oscuro pasado dela nueva novia de Dexter, Hannah. ¿McGuffin o no McGuffin? (Editado: el MacGuffin es simplemente Hannah).
Parece como si en esta temporada los guionistas nos quisieran distraer, nos hacen mirar hacia un lado cuando realmente nos conducen por otro derrotero. Es un recurso que me está gustando y que engancha. Y visto el décimo episodio titulado The Dark… Whatever algo me dice que los guionistas nos están reservando alguna sorpresa, y no me refiero al LaGuerta Delenda est (gracias Jordi por el símil púnico) al que parece que nos están llevando: María LaGuerta está apunto de descubrir a Dexter y esto sólo puede llevarla a su final en bolsas de plástico en el fondo del mar. O no…
Dexter ya ha descubierto que no lleva a un «pasajero oscuro» dentro de sí: él es el pasajero oscuro. Ha necesitado mucho andar y matar para descubrirlo.
Las dos caras de Brody
En el episodio titulado Broken Hearts hemos visto cómo los personajes que pueblan el mundo de Homeland, un mundo para nada alejado de nuestra realidad, siguen jugando sus cartas en la sombra, sus mentiras y sus subterfugios (hablando de moralidad, recomiendo que leáis el moralómetro de Homeland). Hemos visto a Carrie más cariñosa con Brody que nunca, quien, por otro lado está aparentemente dispuesto a hacerlo todo por salvarla. Y el bueno de Saul parece que está escarbando demasiado en los chanchullos de David Estes, que nos lo muestran ya sin tapujos, tal como es: un ambicioso sin escrúpulos capaz de vender a su madre con tal de prevalecer.
Y Brody… ¿es sólo un superviviente tratando de tirar para adelante? ¿Un enamorado en busca de redención? ¿O simplemente busca venganza? Es muy sospechosa la actitud de Brody al hablar por teléfono con Abu Nazir. Se niega a obedecer al líder yihadista cuando le exige que se meta en la oficina del Vicepresidente William Walden para obtener el código de rastreo del marcapasos. Pero, llegado el momento, en la oficina del vicepresidente, no duda un segundo.
Es más: Brody disfruta de la muerte de Walden, jactándose ante él de ser el responsable de su asesinato. ¿Por qué se niega rotundamente en un primer momento? Quizás porque sabe que Carrie es testigo mudo de la videoconferencia entre Brody y Nazir. ¡Mira qué patriota y bueno soy en el fondo, Carrie!
No es la primera vez que vemos al sargento-congresista asesinar a sangre fría ante una orden de Nazir. Sigo pensando que, en el fondo, Brody no es lo que aparenta en la pantalla. Y todavía no sabes las verdaderas intenciones de Brody, ni lo que ronda por su cabeza.
15,2 millones de espectadores en una noche… en una cadena de pago.
La cadena AMC está frotándose las manos. The Walking Dead marcó un hito el pasado domingo dos de diciembre al superar por primera vez un canal de pago a todas las cadenas que emiten en abierto.
Efectivamente, el Midseason Finale del pasado domingo titulado Made to Suffer fue todo un éxito. A día de hoy sigue liderando las listas top-100 de torrents más descargados en la categoría de series de televisión en HD (en «baja» definición está entre los doce más descargados). Si las cadenas estadounidenses permitieran ver sus episodios online pagando un precio razonable ganarían todavía más dinero. Estamos hablando de millones de descargas y el margen de negocio es muy considerable. Pero la avaricia y la incompetencia les sigue cegando: siguen anclados en un modelo de negocio basado en el siglo XX. El mercado de las Apps está demostrando que el usuario está dispuesto a pagar por algo siempre que el precio sea razonable. Las discográficas y productoras de cine y televisión siguen arruinándose por seguir utilizando precios de usura, mientras que el App Store de Apple y el Android Market de Google siguen forrándose con millones de descargas diarias de sus aplicaciones para móviles y tabletas. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar un usuario por ver un episodio de su serie favorita? Eso lo debe decidir el mercado. Si el precio es abusivo (como lo sigue siendo en las pobres ofertas online que se ofrecen en España, por ejemplo) el usuario seguirá descargando gratis. Si las cadenas fuera de EEUU no facilitan el poder disfrutar de las series que allí se ofrecen, entonces el usuario las descargará mediante torrents, descarga directa o streaming. Y eso no es ilegal: si no distribuyes tu producto en mi país, lo buscaré y lo conseguiré donde esté disponible.
Volviendo al tema. The Walking Dead está siendo seguida a raudales, y ello en parte es debido al cambio narrativo que (por fin) los guionistas han dado en la tercera temporada. Sigue teniendo muchos flecos y fallos, por no hablar del flojo estilo cinematográfico. Por ejemplo, en el último capítulo, la pelea entre Michonne y el gobernador es absurda ¿Intenta la chica matar a un loco intentando estrangularle con una katana?! . A pesar de sus lagunas la serie tiene una buena puesta en escena, con buenos efectos visuales y, sobre todo, The Walking Dead entretiene.
Lo que está destacando en la séptima temporada es que los zombies son un mero escaparate; el peligro son los humanos vivos. Y hablando de términos, es llamativo que en tres temporadas todavía ningún personaje ha utilizado nunca la palabra «zombie» «Caminantes», «mordedores», «podridos»… todo menos lo que realmente son. Tiene gracia…
El regreso de Sean Bean en «Legends»
Ya anuncié en mi Twitter @blogseriously que el actor Sean «El Que Siempre Se Convierte En Traidor y/o Muere» Bean aparecerá en Legends, proyecto de la cadena TNT, de la mano de Howard Gordon que es productor ejecutivo de Homeland. Bean sustituye al actor Brendan Fraser tras abandonar el actor asesino de momias la producción por diferencias con Gordon. La serie tiene muy buena pinta y está ambientada en el mundo de las intrigas del espionaje. Basada en la novela Leyendas de Robert Littell, Bean encarnará en el piloto a Martin Odum, un antiguo agente de la CIA, convertido en detective privado, que lucha por encontrarse a sí mismo en medio de un puzzle de recuerdos de sus antiguas identidades (leyendas en el argot de la CIA).
Personalmente me gusta el actor Sean Bean, a pesar de ser un «espoiler andante»
24 comentarios
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Héctor:
Hablaré primero sobre las tres series del principio. Tienen una característica en común: las tres son adaptaciones. Dexter lo es de las novelas de Jeff Lindsay. TWD sobre el cómic de Robert Kirkman y Tony Moore. Homeland sobre la serie israeli Hamunan (¿se escribe así en su translación fonética?). Esto nos lleva al debate sobre las adaptaciones.
Me he sacado de la biblioteca la tercera y cuarta novela de Dexter para ver por donde van los tiros de la original. Las dos primeras me las leí hace tiempo y en la segunda Doakes no muere pero acaba muy malparado. De TWD tengo los primeros 82 numeros pero aún no me he leído ninguno por pereza, (en cuanto a cómic mis lecturas las tengo muy atrasadas) pero por lo que se ve en los comentarios de la red la trama es más dinámica que en la primera y segunda temporadas, y los personajes del Gobernador y Michonne dan más de sí. En cuanto a la serie israelita no sé nada.
¿Cuando una obra es buena? Cuando el artista que la crea consigue lo que quería. ¿Cuándo es una obra maestra? Cuando consigue más que lo que quería, o en su defecto, tiene muchos más niveles de lectura que los que parece tener a primera instancia, y además, se enriquece con el tiempo, llegando a ser lo que se conoce como un clásico. Por último ¿es Casablanca una obra maestra, por ejemplo? No, porque su creación fue atropelladamente improvisada (los libros que explican su génesis están ahí) pero lo que sí es es una película mítica. Y sus niveles de lectura no son tan diversos como por ejemplo M de Fritz Lang. Claro que hay opiniones para todos los gustos.
¿A qué viene el párrafo anterior? A la siguiente preguntas: las adaptaciones propuestas ¿enriquecen el original, lo cual sería extender lo que es la obra en diferentes medios? Y ¿son complementarias o no? Creo que hemos llegado a un punto en que no podemos juzgar bien una adaptación (o continuación complementaria en otro medio) si no conocemos bien el original.
Por poner algunos ejemplos. Dexter está escrito en primera persona, como si fuera una confesión. La serie tiene la voz en off de Dexter, lo que nos permite contrastar lo que ve y lo que piensa. Y digo lo que ve porque mientras salga su padre la serie es lo que ve, no lo que es real. En TWD la tercera temporada mejora proque se acerca más a la concepción de un cómic: no se producen escenas largas en una granja como en la segunda sino que la estructura es más de set-pieces, narración fragmentada o secuencial, como de capítulos en un episodio, como corresponde al cómic. Mientras que en Dexter la adaptación a la pantalla se ve enriquecida, TWD ha tenido que volver a narrar como su medio original. En cuanto a Homeland, no sé nada de Hanuman, pero sí del país que la produjo. Israel es un enclave rodeado de países enemigos lo que crea una paranoia a la larga. Los EEUU también son un país paranoico; por ser primera potencia son capaces de ver enemigos y conspiraciones en todos los lados con el objeto de bajarlos del poder. Homeland translada la paranoia de un país a otro (en esto estoy indocumentado, son suposiciones)
En fin, Hector, es un tema que me parece importante para poder apreciar o no lo buena que es la obra o lo que aporta una adaptación. Es un tema del que me parece que los contribuyentes al foro deberíamos hacer aportaciones para tener una visión más amplia de las series que hablamos.
Saludos
wow! Que fantástico análisis!! Muy de acuerdo con todo lo que comentas!
¡Muchas gracias, Luciano!
Me alegra que te haya gustado la entrada. Leeré tu entrada sobre los MacGuffin en tu blog y ya te comento.
Héctor:
He decidido hacer dos posts porque el anterior era un tema muy generalizable. Hay otro punto en común, ahora argumental, del que participan las tres series mencionadas: el cerebro reptiliano, o los instintos.
Ya nos ha quedado claro que Dexter actúa por instinto. En la tercera temporada de TWD, y centrándonos en Rick Grimes hemos apreciado una evolución de un líder con cierta humanidad y escrúpulos a un ser que mata como solución a cualquier problema presente: una solución instintiva, la mejor manera de resolver un problema es acabar con él. En cuanto a Homeland, tenemos a Brody, un hombre torturado que se mueve entre varias lealtades: Nazir, Carrie, su familia y su patria original. Todo ello aderezado con un sentimiento de venganza que no sabe centrar. Actúa con inmediatez, contra lo primero que amenace cualquiera de esos cuatro pilares sin pensar muy bien qué hace, porqué lo hace ni sus consecuencias; es instintivo.
No soy sociólogo, pero es importante darse cuenta de qué está pasando actualmente en el panorama audiovisual estadounidense. A esas tres añadiría yo Breaking Bad, en el que el protagonista ha estado corriendo hacia adelante por culpa de los cabos sueltos que dejaba y que crece o decrece según se da cuenta en qué se ha convertido. ¿Es tal vez la respuesta de la sociedad hacia un intento de simplificar las cosas en medio de un entorno cada vez más complejo? ¿Un llamamiento hacia el individuo primitivo, hacia lo salvaje, no entendido a la manera del Tarzán de Weissmuller, sino más bien al Conan de Howard? ¿Un retorno a los orígenes?
Saludos
Autor
¡Muchas reflexiones nos aportas, Jordi!
Tendría que escribir una entrada completa del blog para poder comentar tus reseñas.
Mucho se ha hablado y escrito respecto a las revisiones de obras, tanto de la adaptación de literatura al cine hasta las distintas versiones cinematográficas de una película. No sé por qué la primera que me viene a la mente es la excelente película de terror japonesa «Ringu (1998)» cuya readaptación norteamericana «The Ring (2002)» con Naomi Watts como protagonista me parece mejor. Otro gallo nos cantaría si pensamos en los clásicos en blanco y negro en comparación con las revisiones recientes: «King Kong»(1933, 1976, 1967, 1976, 1986 y 2005), «El Cartero Siempre Llama Dos Veces» (1946 y 1981). Por lo general las películas de antes de 1970 suelen ser mucho mejores que sus adaptaciones posteriores. No siempre, pero casi siempre.
Para mí una obra maestra es eso: que enseña, que crea escuela. Se suele abusar mucho del término obra maestra. Una película, libro o serie nos puede gustar mucho, pero para calificarla como «obra maestra» tendría que tener (buena) escuela. Por ejemplo «La Diligencia (1939)» es una obra maestra, hay un antes y un después en el Western con la película de John Ford, mientras que «Matrix», aunque ha creado escuela (la estética ha sido copiada hasta la saciedad) no la considero ni de lejos una película que crea escuela (es muy entretenida, eso no lo niego…).
Ciertamente como comentas Jordi «Casablanca» es mítica, y muchos la consideran una obra maestra. Yo me considero entre los que piensan que la película de Michael Curtiz ha creado escuela. Sobre todo a nivel de libreto: el guión de «Casablanca» es casi perfecto.
Reading your blog Hector. Keep up the good work!
Hola a todos:
Yo solo quería hacer una pequeña aportación. Jordi hace hincapié en que las tres series (sin contar a Breaking Bad) son adaptaciones. A mí me gustaría seguir en esa línea. Para mí, una película o serie son buenas si su guión es bueno. Si no tienes buen guion, puedes hacer alardes de narrativa audiovisual y fotografía, pero nunca será buena. Las tres series de las que hablamos se basan en un guión que ya se ha confirmado como bueno (las novelas, la serie anterior y los cómics). Esto también me hace pensar que estamos en una época de mucho miedo y poco arrojo por parte de las productoras. Confían en productos que ya tienen un éxito anterior en otros formatos.
Me niego a creer que no hay productos originales de calidad (muestra de ello es The Wire, Los Soprano, Breaking Bad, Mad Men, etc.), pero probablemente no consigan llegar todos a rodarse porque no ofrecen una garantía de éxito.
Amanda:
El caso que conozco son las dos primeras novelas de Dexter, y la serie le sobrepasa por muchos enteros. A lo que me refiero es que no hace falta que la idea sea original, sino que aporte mucho más. Por eso digo que los libros tercero y cuarto los saco de la biblioteca, porque no vale la pena poseerlos (en libro o ebook) releerlos porque creo que no aportan nada (en cambio, «Cosecha Roja» de Dashiell Hammett es un libro que me habré leído siete veces y cada vaez me hace ver las cosas de forma diferente).
El caso de Dexter no es tampoco original y se ha dado en la historia: un asesino que alucina y forma parte del aparato de la ley (en este caso investigador forense). El verdadero Barbazul, Gilles de Rais, lugarteniente de Juana de Arco (y llamado así por tener la barba azul resultado de unas quemaduras) torturaba niños a los que desangraba para conocer cómo obtener la sangre en condiciones con objeto de acceder a la inmortalidad al bebersela. Esto mucho antes que la condesa Bazory y los experimentos nazis. Y además alucinaba.
Lo que interesa, como ya he puesto en el segundo post, es que esa nueva relectura de los hechos dé una imagen de lo que ocurre en la actual sociedad y sirva de referencia para el futuro. Te pongo un ejemplo: las series procedurales de detectives. En el fondo todas son iguales, pero en los 70 los detectives eran una especie de freaks: Colombo desaseado, Cannon un gordinflas que sabía kárate, Kojac un emigrante griego siendo comisario, McCloud un vaquero urbano; imágenes de cómo eran los 70. En los 80 entra la sofisticación: Remington Steele, Luz de Luna (ejem), Corrupción en Miami,…y con Hill Street Blues y Policías de Nueva York empieza a desarrollarse una trama continua, creando escuela y tocando los asuntos sociales más de cerca. Poco a poco se crea complejidad, pareja a la complejidad informativa cuyo máximo exponente es internet. Precisamente The Good Wife no dejaría de ser una serie más de abogados si no fuera por que son abogados 2.0 y se introducen campañas políticas también 2.0. Pero desde los 70 continúan los personajes característicos (máximos exponentes, Sherlock o Luther), la sofisticación de los 80(el Mentalista es un tipo con cierta clase) y las tramas complejas humanas.
En definitiva, todo lo que parece una idea original no es sino una canibalización de ideas anteriores.
Y eso no sólo pasa en el mundo audiovisual, también pasa en ciencia. No sé si Héctor recuerda quién fue, pero un físico dijo que la relatividad especial si no la hubiera descubierto Einstein algún otro la hubiera postulado en poco tiempo, porque la idea estaba en el aire (aunque eso sí, la relatividad general fue una idea genial). Y es que en ciencia pasa que muchas veces una idea está en mente de todos, pero el primero que la dice en voz alta es aquél que pone el nombre.
No sé si queda claro lo que quiero explicar, pero ya dije que sería un tema largo de desarrollar.
Saludos
Gracias, Jordi, es un gusto leerte.
Totalmente de acuerdo con Amanda. Todo un gusto leer tus comentarios, Jordi.
Héctor:
Esta es una recomendación extensiva a Amanda, si es que también le gusta Breaking Bad. La novela se llama «El poder del perro» de Don Wislow y en el se cuentan la venganza de un agente de la DEA contra los narcos. Es larga pero vale la pena.
Saludos
Anotada en mi lista de «novelas pendientes».
¡Claro que me gusta Breaking Bad! Es una de las grandes. Yo también me la anoto.
Por cierto, soy una ávida lectora de novela negra y «Cosecha roja» no la había leído aún. Me la apunto. No dejes de recomendarnos esas cosas.
Amanda:
Si te gusta Dexter no leas las novelas; el personaje no evoluciona nada y parece más borde que otra cosa. En todo el relato va dándoselas de chulo en primera persona. Y no comento nada por no hacer spoilers pero los libros van por otro camino. Sólo haré notar que los que piensan que Dexter debe morir en la octava temporada y última se deben de dar cuenta en que va a ser difícil de llevar un personaje muerto en la serie que continúa en los libros.
En cambio si te gusta Dexter y la novela negra te recomiendo las novelas de Jim Thompson. Búscalas en bibliotecas o internet porque deben estar descatalogadas aunque me parece que RBA las está reeditando. Puedes empezar por «El asesino dentro de mí» (The killer inside me) o «1280 almas» (Pop 1280). Son relatos en primera persona de asesinos en serie, en el primer caso el sheriff Lou Ford y en el segundo Nick Corey. Ambos explican de primera mano lo que hacen y porque matan, y lo bueno es que lo hacen en una sociedad que los tiene por bonachones y tontos. Lo curioso es que sus atrocidades las explican de una manera simpática y de «red neck» (paleto) y que, a pesar de ser lo que son, devienen la persona que cae mejor de todo el relato. En una de las dos, no recuerdo cual, se asesina a un personaje después de dejarlo adormecido no con sustancias químicas, sino enrollandose en una charla insustancial de mala manera.
En cuanto a «Cosecha Roja» es la historia de un detective sin nombre de la Continental, encargado de poner paz en un poblado minero. Contada en primera persona, es un relato de una persona que oculta datos, tramposo como el que más y que ni siquiera cuenta siempre la verdad al lector. Sale a muerto por página y a chantaje cada tres. Te lo explico para que sepas de qué va el tema.
Saludos
Muchas gracias, Jordi. Me leí el año pasado 1280 almas y me gustó muchísimo. Es salvaje a más no poder, no deja títere con cabeza (no hablo de muertos, sino de los propios personajes, que son mezquinos hasta la náusea, empezando por Corey), pero me encantó. Tiene la fuerza y la vida de una herida sangrante. Me apunto las demás. Moltes gràcies.
Hay una película, de la que he hablado en el blog, sobre la novela de Jim Thompson «The Killer Inside Me» dirigida por Michael Winterbottom :
http://blog.caraballo.es/tag/the-killer-inside-me/
La película no deja impasible. La violencia, vista desde el punto de vista del protagonista, las tendencias masoquistas de las amantes del sheriff…¿La habéis visto?
Primero me leeré el libro, que suele ser la secuencia lógica, pero me la anoto también.
No sé si responderte aquí o en la entrada correspondiente. Ya había visto la película y me gustó, pero estoy seguro que se había rodado una versión anterior. Por su parte 1280 almas se filmó bajo el título de «Coup de Torchon» , una adaptación de la novela que ocurre en las colonias francesas. Es de Bertrand Tavernier y protagonizada por Phillipe Noiret. Para mí es mejor el libro.
Como suele ser habitual: las películas pocas veces superan a los libros en los que se basan. Aunque hay notables excepciones: Blade Runner, El Halcón Maltés…
El padrino…
Joer, el Bean este puede decir que es el actor con mas muertes en el cine/TV.
Paco:
No sé como se llamaba la serie, me parece que secuestrado, protagonizada por una desmejorada Ashley Judd, en la que Sean Bean hace de su marido muerto que no estaba muerto. Es el caso contrario.
En todo caso, el dia que muera sería conveniente reforzar los remaches de su ataúd.
Interesantes aportaciones. Un placer leeros.