George Mastras escribe y dirige un episodio que pone de los nervios. Y no precisamente por el buen hacer al que nos tiene acostumbrados habitualmente Vince Gilligan en toda la serie. Dead Freight tiene muchos, ¡demasiados! flecos que sorprenden en una serie sobriamente escrita de principio a fin, con un capítulo basado en una historia que se sostiene con demasiadas casualidades. Pero, por fortuna, el episodio nos deja con un escalofriante cliffhanger que da otro de los giros narrativos que hacen de Breaking Bad una serie imprescindible.
¡Alerta spoilers!
De nuevo nos abren el episodio con una secuencia que nos deja descolocados, fuera de contexto, donde intentamos en vano tratar de relacionarlo con el cauce de la serie. El chico de la moto de cross que recoge una tarántula en medio del desierto nos recuerda otros comienzos brillantes en capítulos pasados. Especialmente recuerda a otro chaval, Tomás, que aparece en el episodio once de la segunda temporada titulado Mandala, donde el hermano de once años de Andrea Cantillo se luce como sicario de traficantes de droga matando a tiros a Combo, amigo y colaborador de Jesse. En el comienzo de Transporte Mortal el chico mete a la tarántula en una jarra, vuelve a su moto y se oye de fondo el sonido de un tren que pita a lo lejos…
Como dije el episodio pone de los nervios. Breaking Bad no es una serie donde las situaciones narrativas se sustenten en el aire mágicamente y las cosas ocurran precisamente para que salgan bien. Y en el quinto episodio del que estoy hablando tenemos muchas de esas situaciones inverosímiles. Primero tras el numerito lacrimógeno de Walter. ¡Qué oportuno que Hank Schrader va a buscar un café para su cuñado, dejándole a solas en su despacho! ¿Y si Hank hubiera tenido una cafetera en su despacho? Estamos acostumbrados a un Walter calculador, que no deja nada en el aire. Y sabemos que el bueno de Hank no navega fácilmente en las aguas de situaciones emocionales; quizás Walter sabía que el nuevo jefe de la DEA en la zona fuera a reaccionar así… pero ¿Heisenberg arriesgándolo todo de una forma tan precipitada en las oficinas de la DEA? Luego tenemos el rapto y coacción, a punta de revólver (no pistola…), de la histérica Lydia Rodarte-Quayle. ¿Le dan sólo treinta segundos para aprenderse el guión de lo que tiene que decirle al jefe de la DEA Schrader por teléfono?!? Esto ya empieza a insultar la inteligencia de cualquiera…
La familia de Walter parece desmoronarse. Su hijo ha vuelto a renunciar a su nombre, Walter Jr, para llamarse a sí mismo Flynn, como ya hizo en el pasado cuando no entendía lo que hacía su padre con su vida. Y luego tenemos que Skyler le suelta en la cara:
«No soy tu mujer, soy tu rehén.»
Walter parece no renunciar a su familia. Es significativo el momento en el que se niega a jurarle a Lydia «por la vida de tus hijos» que respetarán su vida, aunque eso signifique renunciar a tanta metilamina. Queda algo de Walter…
Y qué decir del perfectamente organizado «golpe del tren de la metilamina»… ¿cómo puede saber Lydia que una zona concreta del «tan pequeño estado» de New Mexico sea «territorio oscuro» (¿con Sauron incluído?:-D) o «zona muerta» donde las alarmas automáticas no funcionan? Y aún suponiendo que esa tontería fuera cierta, ¿cómo sabe Lydia el número de vagones, la longitud exacta del tren y en qué vagón se encuentra el valioso líquido orgánico? Y hablando de atracos a trenes: es la segunda vez en la temporada que citan a Jesse James. El golpe es rocambolesco y Heisenberg aparece descuidado en su ansia por obtener los 1000 galones (3785 litros, nada menos) del precursor metilamina y meter 920 galones de agua en el tanque. ¡En tan solo unos pocos minutos! Para hacerlo todo, todo y todo juuuusto a tiempo. Y todos saben exactamente cómo vaciar el vagón por abajo, cómo llenarlo por arriba, etc. etc. Me estaba empezando a preocupar de verdad por la serie porque parecía que empezaba a ir por el mal camino… hasta que llegó el cliffhanger del minuto 48. Los 47 minutos anteriores ya daban igual: Breaking Bad volvía a ser Breaking Bad.
Como bien le dijo Jesse a Todd «nadie debe saberlo«. Y éste demuestra ser un profesional como la copa un pino cuando tarda dos segundos en darle finiquito al pobre chaval de la moto y la tarántula. Jesse intenta evitarlo en vano, con un grito. Jesse es el responsable de la muerte del chaval, o así seguramente lo pensará conociéndole como lo conocemos. Cuando parecía tan centrado y feliz en esta quinta temporada… y ahora las fatalidades de la vida le vuelven a sacudir, a sangre fría. Con el disparo tenemos otro punto de inflexión en la trama que traerá consecuencias imprevisibles. Recordemos que en la tercera temporada se precipitan los acontecimientos cuando Jesse intenta vengar la muerte del hermano sicario de once años de la que era su novia Andrea Cantillo en el brillante episodio titulado Half Measures, forzando a Walter a intervenir de manera contundente e inesperada («Run!»). A lo largo del mal camino por el que discurren los protagonistas interpretados por Aaron Paul y Bryan Cranston brilla un rasgo notable que los diferencia: Jesse se siente cada vez más perseguido por los remordimientos de lo que ha hecho, mientras que Walter lo hace cada vez menos. Hemos visto a Jesse buscar atormentado el cigarrillo con la ricina; se ha castigado enganchándose con su propia droga abrumado por la responsabilidad de las muertes de su compañero Combo y su novia Jane; ha llegado al punto de casi desquiciarse del todo tras matar al simpático químico Gale Boetticher. Pero Walter… ¡ah Walter! Heisenberg no tiene remordimientos…
Y aquí os dejo el trailer del episodio del próximo domingo titulado Buyout. Como dice Walter «I am in the empire business»:
Cambiando de tercio y para terminar os dejo un documental que os puede interesar: Hispanic Stomp – Dónde está el Rock’n’Roll – Documental Online sobre la escena del rock and roll en España con actuaciones, entre otros, de Los Coronas:
4 comentarios
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Tal como lo ví yo, no me preocupo tanto de la verosimilitud del episodio (lagunas hay en todas las tragedias, desde los griegos hasta la actualidad pasando por Shakespeare) y sí en lo propio de las tragedias: el fatum, la burla del destino.
Muchos de los episodios de esta gran serie se basan en la idea de por muy bien atados que les parecen estar todos los asuntos, siempre hay un componente imprevisible que lo tira todo por el precipicio. Y este es, a mi parecer el significado del episodio. El univferso de Breaking Bad parece estar embebido en una suerte de principio de compensación. Todos las acciones en las que duads de su verosiilitud se pueden leer como golpes de buena suerte. El niño de la bici es el elemento impredecible. Tal vez por ello Walter White es Heisenberg, ese principio de incertidumbre, el no poder controlar todas las variables a la vez.
De todas formas, muy buen análisis.
Autor
Es la primera vez que escribo comentarios negativos sobre Breaking Bad, que la sigo considerando mi serie favorita. Pero no son críticas muy negativas, después de todo… como tú muy bien comentas en esta serie siempre aparecen acontecimientos imprevisibles, a modo de bolita de nieve que se convierte en un alud trágico. El final del episodio es fantástico y terrible…
Gracias por tus comentarios. A ver que nos depara el próximo episodio…
Héctor, era la primera vez que leía algo tuyo. Pero me gustaría añadir algo en descargo de los gionistas sobre lo precipitadas que parecen las secuencias.
No sabemos cuál es el plan que tenía en mente Vince Gilligan, pero sí que sabemos que AMC tuvo problemas en la producción de series para esta temporada por ajustes de presupuesto. Tal vez sea el hecho de querer encajarlo todo en menos espacio del que creía que iba a tener lo que produce esto. Una característica que no sé si compartirás conmigo es que esta quinta temporada está construída con grandes «set pieces» con el objetivo que el ritmo no decaiga. No creo que en estos ocho episodios que se están emitiendo veamos cosas como aquél en el que se encuentran parados en el desierto con la furgoneta o el de la mosca en el laboratorio: la acción física y la evolución psicológica de los personajes se mantienen a alta velocidad.
Sólo era para dar mi opinión sobre las causas.
Saludos.
Autor
Ciertamente hay un cambio en el ritmo y la dosificación respecto a temporadas anteriores. Como bien dices no parece que aparezca otro episodio como «The Fly».
Algo que he ido descubriendo con la evolución de la serie es que Vinve Gilligan no deja nada en el aire: todos los detalles, por muy pequeños que sean, tienen su sentido y su sitio en la trama global.
Es de agradecer que Breaking Bad no sea la típica serie que pervive ad eternum. Pero ciertamente, la echaremos mucho de menos…
Muchas gracias por tus opiniones.