Voy a compartir mis impresiones sobre el segundo episodio en su Segunda Temporada de Juego de Tronos titulado The Night Lands – Cae la Noche. Por suerte, y gracias a que en Polonia y en Holanda se pudo disfrutar de dicho episodio por streaming a través de la web HBO GO justo al día siguiente de la emisión del primer capítulo en EE.UU., incluso antes que en EE.UU. los seguidores de la serie la pudimos disfrutar por duplicado la misma semana del estreno: el lunes un capítulo y el martes el siguiente :-).
¡ALERTA SPOILERS!
El segundo episodio me ha dejado un mal sabor de boca debido a la imposibilidad de apartar comparaciones con los libros. Cada vez se toman más licencias a la hora de seguir la historia, añadiendo escenas y matices inexistentes en la saga literaria. En principio no critico salirse de la línea literaria, ya sea por motivos de presupuesto, dificultades en la realización, la puesta en escena o simplemente para mejorar la trama narrativa. Pero en esta producción de la HBO la mayoría de las licencias argumentales no sólo no aportan nada en absoluto (diversas secuencias con Petyr Baelish y sus prostitutas… ejem, ejem…) sino que encima echan a perder hilos narrativos de misterio e intriga gracias a escenas como algún diálogo entre Meñique y una prostituta en la Primera Temporada o el amago de poder de la reina Cersei y sus guardias con Baelish. Te lleva leer cuatro libros de la saga literaria para conocer las auténticas intenciones de Lord «Meñique» Baelish y con estos alardes de guión están echando a perder todo el misterio. En cambio otras licencias han sido positivas, como la caracterización del maestro de espada braavosí Syrio Forel (no olvidemos que en el primer libro aparece descrito totalmente calvo y en la serie no lo es, entre otras cosas) aportando además unos diálogos memorables con Arya Stark.
En este episodio vemos por fin el castillo de la isla de Pyke en las Islas del Hierro, donde Robb Stark envía a Theon Greyjoy para ofrecer a su padre y gobernador de las islas, Balon Greyjoy, una oferta de alianza. Aquí seguimos con las licencias de guión pues Theon aparece leal a su misión encomendada por el Rey en el Norte mientras que en los libros sus intenciones son muy diferentes. Me ha gustado la puesta en escena de Pike, con sus (fatales) puentes sobre el mar. Y me ha gustado Balon, a pesar de no parecerse mucho al Balon que me imaginaba de las novelas. Pero no me ha gustado para nada la basta caracterización de la hermana de Theon, Asha Greyjoy, a la que de manera ridícula han renombrado en la serie por Yara Greyjoy (¡¡!!). De verdad…¿alguien se imaginaba a Asha tan rolliza y tan poco grácil, que más se parece a una posadera de el Poney Pisador que a la aguerrida y curtida capitana de las Islas del Hierro? es un delito haber cuidado tan poco un personaje tan interesante como el de la hermana de Theon, como también es una desgracia que los guionistas esquivaran la interesante y divertida conversación de los hermanos en su primer encuentro en el puerto de Pyke.
El capítulo terminó con otro hecho inquietante: un cliffhanger con otra «inventada» con Jon Nieve más allá del muro. Habrá que esperar al próximo episodio del lunes que viene por título What Is Dead May Never Die («Lo Que Está Muerto No Puede Morir») para ver si se nos convierte en un alarde de guión o en metedura de pata.
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