Homeland: cuando no es oro todo lo que reluce

Recientemente he disfrutado del piloto de la serie estrenada el año pasado de la cadena de pago por visión Showtime (productora de Dexter, Californication y Weeds entre otras lindezas de calidad) bajo el patriotero título de Homeland.

Homeland (2011). Las apariencias engañan...

Homeland (2011). Las apariencias engañan…

Por lo pronto mis impresiones son buenas. Tenemos una trama interesante donde se nos cuenta el regreso a casa de un sargento de los marines de EE.UU. tras permanecer desaparecido durante ocho años en Irak al ser capturado por los insurgentes a la ocupación yankee. Tenemos una trama creíble, donde nos presentan los tejemanejes de la inteligencia de EE.UU. ante los asuntos que conciernen su obsesiva seguridad nacional tras el 11S. Tenemos unos personajes más que interesantes, comenzando por el introspectivo sargento Nicholas Brody que regresa a EE.UU. tras 8 años desaparecido; su mujer, interpretada por la brasileña Morena Baccarin a la que se le complican las cosas tras la «resurrección» de su marido; la agente de la inteligencia gringa Carrie Mathison, personaje con signos de trastorno bipolar (y posiblemente otros) que sospecha desde el principio que algo huele a chamusquina tras la historia del sargento.

La trama no es lineal. Se nos describe al personaje protagonista con una serie de flashbacks cortos pero muy descriptivos, lo cual nos refuerza el ambiente de misterio de la trama, donde no todo es lo que parece y  no sólo el sargento parece tener asuntos escondidos…

A ver si el resto de la temporada es tan prometedora como el piloto. Como estamos ante una producción de Showtime me aventuro a poner la mano en el fuego por esta nueva producción de una cadena que tantos buenos momentos nos ha hecho pasar en los salones de nuestras casas.

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