Drive. Los contrastes de la soledad sobre un Chevy 300 Malibu del 73.

Anoche disfruté de una gran película de la cual había oído elogios y buenas críticas tras llevarse el realizador danés Nicolas Winding Refn el premio al mejor director en el Festival de Cannes, aparte de otros 7 premios y 33 nominaciones en diferentes festivales. Mi compañera de cine se llevó una impresión muy distinta… pero para gustos, colores. También tuvo una buena acogida en el Festival de Sitges. Y como encima soy propietario de un hermoso Mustang GT

Drive, la soledad en un Chevy 300 Malibu de 1973

Drive, la soledad en un Chevy 300 Malibu de 1973

Los contrastes de la película muestran el buen oficio del director al realzar la personalidad del protagonista Ryan Gosling. En esta cinta el guión se ha llevado con tiempo para poder perfilar a los personajes, en donde tenemos unos magníficos secundarios comenzando por el gran Bryan Cranston del que repetidamente he hablado en este blog como protagonista de mi serie favorita Breaking Bad. También destacan Albert Brooks (Tom en Taxi Driver (1975)) Ron Perlman (Claye en Sons of Anarchy (2008) y Salvatore en El nombre de la rosa (1986)), un duo singular también por lo contrastado de sus personalidades: el primero inteligente y «comedido», el último temperamental, impulsivo y de conocida fealdad (recordemos cuando interpretó al monje Salvatore en «El nombre de la rosa»). Mención curiosa la de la breve aparición de Christina Hendricks, la espectacular pelirroja de Mad Men que está casi irreconocible: caracterizada con unos cuantos kilos de más y maquillaje sobrante para destacar (quizás) al personaje, una «corista» cocainómana.

La historia de amor que es el fondo y el motor de la historia es de una sencillez y verosimilitud que el director hilvana con gran acierto y realismo. El lenguaje de personajes retraídos, tímidos y poco elocuentes verbalmente se transmite con gestos, sonrisas, expresiones y (sobre todo) con las miradas. El conductor sin nombre que Gosling interpreta nos muestra con las expresiones de sus ojos un torrente de elocuencia. Brillantes son algunos momentos que el realizador danés pone en escena; cuando Irene (interpretada por Carey Mulligan) le da una noticia nada grata al conductor dentro de su coche, un Chevy 300 Malibu del 73, pausados en un semáforo justo en el momento en que éste cambia y el ambiente se vuelve rojo; cuando tras un paseo con el viejo Chevy 300 por los canales pluviales de Los Angeles en compañía de Irene y su hijo terminan en un bosque en la desembocadura del canal, decorado con los plásticos y otros residuos resultado de la tan poco afortunada localización del paraje; o la hermosa, sentida y terrible escena en el ascensor. Contrastes que resaltan el abismo entre la belleza del amor sincero y el horror de la violencia desbocada. Todo simbolizado en el escorpión de la chaqueta del conductor sin nombre, símbolo de la fábula de «el escorpión y la rana» (que ya se explica en la película Juego de lágrimas (1992)): el escorpión no puede evitar ser escorpión, aunque ello le cueste ahogarse en el río que quiere cruzar junto a la rana a la que le hunde su aguijón.

Mención aparte es la banda sonora Techno Retro como Nightcall de Kavinsky y A Real Hero de College, que de «retro» tienen bien poco (todas las canciones son bien recientes: 2007-2011). La banda sonora aporta un aire distinto a lo que nos tienen acostumbradas las películas urbanas de cine negro (quizás demasiado influenciadas por la herencia de Tarantino). No me defino para nada fan del Techno, pero reconozco que la banda sonora aporta diferenciación a la producción, quedando como una especie de firma escandinava de Nicolas Winding Refn.

Drive no es una película para las masas; quién la compare con basuras como A todo Gas (2001) merece todo el desprecio que abarque la galaxia de Andrómeda. Tenemos el regreso de calidad a un género, el cine negro urbano contemporáneo, que llevaba tiempo en un vacío en las carteleras… de no haber sido ocupado en la televisión por multitud de producciones maravillosas como Breaking Bad. En definitiva drive es una película imprescindible para los que añoran el buen cine negro sin los excesos de la herencia de Pulp Fiction de la que tanto nos  han saturado en los últimos años.

Enlace permanente a este artículo: https://www.caraballo.es/2012/01/drive-los-contrastes-de-la-soledad-sobre-un-chevy-300-malibu/

1 comentario

  1. PELICULóN, podeís encontrar la banda sonora aqui:
    http://l3utterfish.blogspot.com.es/2012/05/drive-original-motion-picture.html

Los comentarios han sido desactivados.